viernes, 1 de febrero de 2008

Aroma a Cruzada Nazional


Ya se sabe que por su propia naturaleza toda cabra tira al monte, pero la jerarquía cristera (que no cristiana) española, formada por un más que nutrido rebaño de cabras/ones, trepa de risco en risco que se las pela.

Oírles proferir sartas de barbaridades cavernícolas como el comunicado de ayer dá asco, sí, pero lo verdaderamente obsceno es que al mismo tiempo que insultan nuestra inteligencia, éstos individuos sigan llenando sus bolsas sin fondo a costa del erario público con la anuencia de un gobierno que se dice progresista. Y en fin, lo raro es que a estas horas no haya habido un capitán general salvapatrias que se sume al llamamiento a Cruzada de los señores obispos y desencadene un nuevo glorioso Movimiento Nazional.

La jerarquía cristera española es un peligro para la continuidad de la democracia, y como tal debería ser tratada por los poderes públicos.

Habrá que decirle a Zapatero que sí, que de acuerdo en que hay que movilizarse para pararlos, pero con la condición de que el gobierno que salga del 9 de marzo rompa el maldito Concordato y cierre por completo el grifo del que maman estos sinvergüenzas. Si no, le va a votar su padre.

8 comentarios:

harazem dijo...

Malos tiempos parecen venir. Sin perder ni un ápice de esperanza en que haya pronto una reacción laica que frene esta estupidez monumental del regreso, como decía ayer Ramoneda en El País, de la Santa Alianza entre el TRONO y el ALTAR, la entusiasta defensa del oscurantismo y la superstición que Sarkozy (ese impensable Menem à le coeur de la France) ha perpetrado por dos veces (Roma y Riad, sintomáticamente), independientemente de que responda a una estrategia puntual, y la falta de reacción de los franceses ante tamaño desatino, me llenan de pesadumbre porque va a significar un retroceso en nuestro frente de lucha, un recomenzar desde posturas ya ganadas con anterioridad. Y la primero y lo jodido es que, como bien dices, amigo Joaquim, tendremos que poner nuestro voto al servicio utilitario de unos tipos que no nos aseguran que vayan a escarmentar y limarle con las portentosas herramientas constitucionales con que cuentan los dientes a la babeante fiera vaticana.

Joaquim dijo...

La diferencia radica, querido Hazarem, en que el señor Sarkozy es flor de un día. Sarko pasará, y no quedará nada tras él (leo en la prensa de hoy que su popularidad ha caído al 40%), porque a pesar de todo Francia es una sociedad laica desde los tiempos en que Enrique de Navarra puso fin a la guerra civil entre católicos y hugonotes con su decreto de libertad religiosa, hace nada menos que cuatrocientos años. Por no hablar de la separación Iglesia-Estado llevada a cabo en La République hace ya más de un siglo.

Aquí, por desgracia, Torquemada sigue vivo porque sigue siendo útil a la derecha española para legitimar sus privilegios sobre una sociedad que sigue viviendo acogotada por los de siempre. Así nos luce el pelo.

Anónimo dijo...

A esta gentuza les encantaria efectivamente otra guerra civil. Ponen toda la semilla que pueden para ello. Afortunadamente son otros tiempos, aunque no hay que fiarse. Les importa un bledo el desastre que puede originarse en el pais y los muertos que haya, con tal de continuar con sus privilegios. Ahora comprendo perfectamente por qué los pobres y los obreros, entre ellos mi padre, quemaron iglesias y atacaron al clero. Son unos autéticos sinvergüenzas. Con un enorme crucifijo en el pecho sale el hijo de puta representante de los obispos, a decir barbaridades y calentar si pueden al personal.

Tambien es una vergüenza que no tengamos, ya, de una vez, un gobierno que los pare definitivamente y no les de ni un penique nuestro. Lo malo es que pese a todo, hay que votar a este gobierno con tal de alejar lo mas posible al PP-Clero.

Consuela no obstante leerte a ti y poder compartir tu indignación.

Un abrazo

Joaquim dijo...

Empieza a ser hora de que en este asunto el Gobierno haga algo más que emitir declaraciones temblonas y tan mesuradas que parecen pedir perdón por contestarles.

Con todo, las cosas seguirán como ahora hasta que los cristianos auténticos -no los cristeros de extrema derecha, obviamente- salgan a la calle a denunciar públicamente que éstos individuos que se autotitulan "pastores del rebaño de Cristo" sólo se representan a sí mismos, y que además lo que predican y practican se opone frontalmente a las enseñanzas de Jesús de Nazareth. Es así de sencillo y así de difícil.

Anónimo dijo...

Antesdeayer me llegó tu libro "Todos los blancos son feos".
Ya he viajado contigo por Israel y Cisjordania. Además de echar un vistazo a tu querida Barcelona pues se nota mucho tu amor por ella.
Me gusta. Tienes una forma de narrar muy agradable, parece como si lo estuvieras contando de viva voz, y lo que es mas importante, de forma sencilla y clara, sin palabras altisonantes de esas a las que suelen echar mano algunos escritores para darse importancia y que a nadie gustan pues nadie los entiende. Tu no, contigo se está viendo el paisaje, se va uno documentando, repasando la historia, y viviendo paso a paso el viaje.
Bueno, ahora me voy contigo a Uzbekistán.

Joaquim dijo...

Gracias Marian, celebro que te guste el libro. Pues nada, ya sabes, recomiéndalo :)

Un abrazo

harazem dijo...

No comparto contigo el entusiasmo por la irreversibilidad del laicismo francés. A mí me impresionó mucho el análisis que hizo Rifkin (recogido por Ferlosio en Non Olet, (pg.17)) de la facilidad con que la comunidad empresarial norteamericana consiguió cambiar las señas de identidad de la sociedad americana, basada en la ética protestante, basada en la moderación, el sentido del ahorro y la virtud del autosacrificio a las del consumo compulsivo y la caída continua en las trampas del placer inmediato del placer de consumo. La comunidad empresarial americana se propuso cambiar la psicología que había construido una nación... Y lo consiguió en sólo un par de décadas.

Joaquim dijo...

Hazarem, creo que el laicismo republicano francés tiene raíces más sólidas que el puritanismo anglicano-calvinista yanqui. Ciertamente hay neocons franceses -Sarkozy es su epígono y su ídolo-, pero la sociedad francesa está infinitamente más politizada, mejor formada y sobre todo mejor informada que la norteamericana.

De aquí a unos pocos años, del sarkozysmo -como de la "tercera vía" blairista, otra adaptación neocon-, no quedará ni el recuerdo.