jueves, 5 de julio de 2007

Políticas natalistas, no con mis impuestos


Hace unos diez o doce años, un compañero de trabajo que acababa de ser padre calculó que cuando el recién nacido llegó a su casa ya le había costado un millón de pesetas, incluyendo en esos gastos desde la preparación del dormitorio infantil hasta el taxi que le transportó de la clínica donde su mujer dio a luz.

En la Europa rica tener un crío es pues una decisión que hay que sopesar cuidadosamente luego de haber calibrado las posibilidades de cada cual. Los niños son caros, y si se quiere, un artículo de lujo que ahora pretenden hacernos pasar por otro de primera necesidad.

El gobierno español hace tiempo que se ha embarcado en una política natalista que por definición, además de profundamente conservadora resulta abiertamente discriminatoria para una parte importante de la población: aquellos que no tienen hijos o quienes los tuvieron haciendo toda clase de sacrificios libremente asumidos. No olvidemos que las políticas de "conciliación familiar" (eufemismo para una reducción horaria encubierta), de "promoción de la natalidad" y en general de "protección a la familia", se pagan con los impuestos de todos aunque no nos satisfagan a todos.

Es injusto pues que habiendo tantas necesidades sociales se malverse una parte de los impuestos estimulando pulsiones tradicionalistas en la población, en vez de destinar los recursos del Estado a mejorar los servicios en general deficientes de eso que un tanto pomposamente llaman "el Estado del Bienestar español".

Por lo demás, ya han aparecido las primeras voces que reclaman que las cantidades prometidas por el presidente Zapatero para estimular el natalismo se destinen exclusivamente a las familias "autóctonas", dejando fuera de su percepción a los inmigrantes. Es obvio que cuando se abre la caja de Pandora de las políticas conservadoras, siempre se encontrará quien quiera ir aún más lejos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo ¿Por qué tengo que pagar yo, que quieran traer hijos al mundo otras personas?.
Si estuvieramos faltos de seres humanos en este planeta, lo comprenderia, pero hay miles de millones, se mueren niños todos los dias tanto por falta de alimento como por enfermedades, y en lugar de alimentar a los que ya hay, se alienta a traer hijos e hijos en los paises ricos, diciendo que faltará mano de obra, nunca comprendí por qué dicen que va a faltar mano de obra cuando se está cerrando la puerta a los que vienen de fuera deseando trabajar.
Un cordial saludo

Anónimo dijo...

P.D. En la Seguridad Social de Chiclana, no quieren hacer resonancias magnéticas a los pacientes, por mucho que lo necesiten mientras puedan andar algo, porque dicen que es muy caro.
¿Para que quieren traer niños y niños al mundo si luego es imposible atenderlos bien tanto a ellos como a sus mayores?.

Anónimo dijo...

Acabo de enterarme, me lo ha contado un médico, que pagan mas a los médicos que hacen menos gasto a la Seguridad Social. ¡Fantástico para los pacientes!.
Ahora comprendo que no quieran hacer pruebas que cuestan dinero. Habrá que pedir recomendación para que te atiendan como es debido o bien pagárselo uno de su bolsillo, y si no tienes dinero pués te pudres.
Me gustaria que escribiérais los periodistas sobre este asunto tan importante para todos.

Joaquim dijo...

Evidentemente el "amor a la familia" que manifiestan los políticos no es gratis. Tiene una dimensión electoral, claro -España sigue siendo un país muy conservador en materia de costumbres a pesar de todas las leyes "progres"-, pero sobre todo de índole económica y social, en la medida de que con medidas como la comentada se intenta garantizar el relevo generacional en los procesos productivos y que éste se produzca además mediante población mayoritariamente "autóctona", dejando a los inmigrantes en trabajos marginales en la periferia de la producción.

No creo que se tarden muchos años en que algunos Estados europeos comiencen a legislar contra el agrupamiento familiar de los inmigrantes, y que se llegue a discriminar de facto o legalmente la contratación de extranjeros casados.

Un saludo.