
Una vez ha quedado claro que las posibilidades de manipulación de los rubros “Atentado del 11-M” y “Negociación con ETA” ya están totalmente quemadas, el entorno político-mediático del PP acaba de marcar el nuevo asunto en el que los “populares” deberán clavar los colmillos a partir de ahora: la defensa a ultranza del castellano como lengua única.
En realidad el tema es rancio y recurrente. La derecha/extrema derecha parlamentaria española suele usarlo como lucido espantajo cuando sus perspectivas de acuerdo con las derechas nacionalistas “periféricas” son nulas. Es un tema que les da votos en la España profunda, obviamente, pero sólo allí; o sea, que no es suficiente. Porque lo que está claro es que esta clase de movilizaciones no sirven precisamente para que el PP gane amigos ni apoyos parlamentarios entre aquellos con quienes comparte “modelo de sociedad”, pero discrepan en la concepción Santiago y Cierra España que define la esencia de nuestra “derecha nazional”.
Así que Zapatero es un tipo con suerte. En la sede del PSOE deben estar pensando que cuanto más encabrone el PP el clima político con mierdas como ése manifiesto de plumíferos y otros elementos pesebristas de la ultraderecha, más difícil lo tendrán los “populares” para volver a gobernar. Ni CiU ni el PNV pueden aceptar mansamente la agresión, y encima prestarse luego a auparlos al poder; sus votantes no lo admitirían.
O sea, que el PP va de culo. Para mí que sus estrategas son todos infiltrados a sueldo de la Secretaría de Organización socialista.