jueves, 3 de julio de 2008

Poncio Pilatos y la directiva europea de control de la inmigración


Por increíble que parezca el grupo socialista español en el Parlamento Europeo ha contribuido decisivamente a endurecer aún más la propuesta legislativa de las derechas europeas , eufemísticamente llamada Directiva del Retorno de los Inmigrantes. Una suavona denominación oficial, bajo la que se esconde la ley de control de la inmigración en Europa. De los diputados socialistas españoles sólo votaron en contra los catalanes Josep Borrell y Raimon Obiols. Desde la dirección parlamentaria del PSOE se ha puesto en marcha una "investigación oficial" que, si prevalece la estupidez, podría terminar en un expediente disciplinario.

Lo curioso del asunto es que el Grupo Parlamentario Socialista Europeo votó prácticamente en masa en contra de la directiva. Por tanto, quizá debería abrirle una "investigación oficial" al grupo europeo del PSOE para averiguar quiénes han sido los diputados impulsores de esta aberración, a fin de expulsarles de su seno.

Por si todo esto fuera poco, al despropósito legislativo vivido se suma hoy el que uno de los diputados socialistas españoles que votaron a favor de esa ley intrínsecamente reaccionaria -persona cuyo nombre y apellidos prefiero obviar por verdadera vergüenza ajena-, tenga la falta de dignidad y el cinismo de reivindicar su voto favorable al engendro desde la sección Cartas al Director del diario El País.

Dice este señor diputado que el suyo fue "un voto responsable a la mejor directiva posible". La mejor directiva posible, según este diputado, es pues la que permite encarcelar durante 18 meses a una persona por el único delito de intentar conseguir una vida mejor para sí y los suyos , o expulsar del territorio europeo a niños y menores de edad en general por el delito de ser declarados, ellos también, "ilegales".

Dice el señor diputado que ya imaginaba la que le iba a caer, pero que en todo caso, "pensé que era lo mejor para la política migratoria de la UE y, sobre todo, para los inmigrantes". El señor diputado dice también tener la esperanza de "que no haya en el futuro más muertos en los cayucos, más víctimas de las mafias, ni se consolide esa nueva forma de esclavitud que es para los patrones sin escrúpulos la inmigración sin papeles". O sea, que los inmigrantes vejados, encarcelados y expulsados aún deberán darle las gracias. Termina la carta manifestando que, en todo caso "respeto y seguiré respetando a los que opinan de otra manera".

A diferencia del señor diputado, yo no puedo respetar su opinión en este asunto y mucho menos respeto su voto, que me parece indecente llamándose él socialista. Y no lo respeto por una razón fundamental: porque su posicionamiento y su voto no respetan a los inmigrantes, aunque intente enmascarlos en una supuesta preocupación por evitarles los cayucos, las mafias y los patrones explotadores; más o menos los mismos argumentos, por cierto, que maneja la derecha cristiana más apolillada y untuosa.

Arriesgarse a dieciocho meses de cárcel tras sobrevivir a un viaje en cayuco, parece un castigo demasiado severo para el ingenuo que creyó un día que en Europa además de los capitales, también podían circular libremente las personas. Pura ingenuidad, ya digo. Pero eso sí, el señor diputado respeta mucho la opinión contraria a la suya. ¿Y la del inmigrante? ¿quién respeta su opinión? ¿quién respeta su vida?.

El señor diputado de la carta a El País es andaluz. Cientos de miles de andaluces se desparramaron por Europa en los años cincuenta y sesenta impulsados por el hambre y el ansia de libertad, huyendo de un país famélico sujeto a una dictadura fascista, como tantas otras siguen habiendo hoy por desgracia en el mundo. ¿Qué habría pensado el entonces joven activista de izquierdas, si la Comunidad Europea hubiera aprobado en esos años una directiva mediante la cual encarcelar hasta 18 meses a sus paisanos sin necesidad de cargos ni juicio, por el supuesto delito de haber emigrado a Francia, Suiza o Alemania sin papeles, tal como se emigraba entonces igual que ahora?.

Señor diputado, en vez de lavarse las manos por carta como un Poncio Pilatos con escaño europeo, dimita inmediatamente o pásese a cualquier grupo parlamentario de la derecha. Pero no se ponga en evidencia con sus justificaciones, ni nos obligue a enrojecer de vergüenza ajena leyéndolas.

6 comentarios:

harazem dijo...

El señor Yañez-Barnuevo, a mí no me da vergüenza nombrarlo, es uno de los mendas políticos con más morro (o candidez) al oeste del Cabo de la Nao, que tiene la curiosa costumbre de usar las Cartas al Director de El País para meter la gamba más aún que con sus acciones políticas. En 2007 se dejó caer con una amarga queja por el hecho de que en España no existieran más monumentos a la memoria de los luchadores por la libertad contra el fascismo. Esta fue mi respuesta en el mismo medio:

Me parece un ejercicio de hipocresía de la peor especie el que el señor Yáñez-Barnuevo, destacadísimo miembro del partido socialista, parlamentario europeo por ese partido, con responsabilidades de gobierno en varias ocasiones, se lamente amargamente de que no existan en España suficientes monumentos a los luchadores por la libertad y contra el fascismo en la Guerra Civil [Carta al director del 5 de septiembre]. No tengo que recordarle a qué tipos de seres mitológicos (vírgenes, santos), y reales (obispos, escritores nacionalcatólicos) en connivencia con la Iglesia aliada de ese mismo fascismo, suelen dedicar la mayoría de los monumentos los alcaldes de su partido, ni a quiénes concede la medalla de Andalucía el presidente socialista de Andalucía.

Debería Yáñez-Barnuevo decirnos cuántas veces ha solicitado él a su partido, que es el que más ha estado en el poder en España y el único en Andalucía, la erección de dichos monumentos y cuántas ha denunciado la continua exaltación de personajes de pasado cómplice con la dictadura franquista a que entusiasticamente se dedica su partido.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Hipocresia/
socialista/elpepuopi/
20070906elpepiopi_11/Tes

Joaquim dijo...

Algún artículo y cartas al director le he leído al señor Yáñez-Barnuevo en El País y en alguna lista tras su pase a segundo plano de la política española, escritos todos en los que hacía gala de un izquierdismo sorprendente en quien durante tantos años tuvo ocasión de llevar esas ideas a la práctica desde muy altas responsabilidades en el PSOE y en el Estado. Y sin embargo, durante todos esos largos años previos se comportó siempre como el más timorato de los socialdemócratas de derecha.

Ahora, el señor Yáñez-Barnuevo parece haber dado un paso hacia el infinito y más allá. Una oscura intuición me dice que dentro de no demasiado tiempo el hombre comenzará a buscar acomodo en prados (aún)más a la derecha.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola, en un comentario hacia las trifulcas del PP decía que poco me interesaban los problemas de los candidatos y de las bases, pero no, me equivocaba, si que es importante ver como funcionan a nivel "democrático", lo mismo me pasa con los "socialistas" hace tiempo que tengo claro que no son más que unos vividores de la política, y que le hacen el juego como bien dices a la derecha y al capitalismo globalizador y alienador, el problema, nuestra insensibilidad, nuestro pasotismo, nuestro amuermamiento. L@s jóvenes y menos jovenes de África y de cualquier país tienen todo el derecho a buscar mejores condiciones de vida allá donde las haya, el otro problema,¿somos realmente un un país desarrollado economica/tecnológica/social y culturalmente? Yo diria que no. Saludos.
Saludos

Joaquim dijo...

Quizá es que somos un país tan inmaduro en todos los sentidos, que nos da miedo vernos retratados en los inmigrantes; de algún modo ellos son ahora quienes nosotros fuimos hace poco.

Hoy día todos los españoles somos altos, rubios y guapos... aunque por dentro nos sepamos morenos, bajitos y feos. Fingidores e inseguros: un cóctel demasiado peligroso para jugar con él, como hacen los políticos.

El problema fundamental de este país, es con todo, la falta de memoria histórica. Gracias a ella existe el PP, sin ir más lejos; sólo en países muy desmemoriados (como España) o muy cínicos (como Italia) pueden existir partidos como ése que tengan posibilidades de gobernar.

Otra prueba brutal de nuestra desmemoria es el acoso a los inmigrantes en los barrios de la periferia barcelonesa a cargo de los hijos de los inmigrantes españoles de los años finales del franquismo. Alucinante...

Anónimo dijo...

Creo que se dan por satisfechos teniendo un lenguaje de izquierdas aunque sus hechos sean de derechas. Algo que cada vez se hace mas patente tanto en Zapatero como en el resto.

¿Nos tomaran por tontos por haberles votado?.

Yo conocí a un señor, por llamarle de alguna manera en lugar de h...d. p..., que me dijo: Mi perro es tonto, le pego, luego le llamo y me obedece y viene.
¿Será algo parecido lo que piensan Blanco, Yañez etc.etc.

Joaquim dijo...

Yo no me atrevería a generalizar, Marian. Pero sí parece cierto que algunos llevan ya tantos años viviendo del momio, que son capaces de lo que sea con tal de conservar un sueldo oficial.

Los peores, con todo, son los recién llegados, ésos que trepan como cohetes o "cohetas"...