Mientras la derecha española organiza en Madrid y otras ciudades la bronca callejera con la excusa de celebrar su Fiesta Nacional y pasear su Bandera Nacional -en versión monárquica o gallinácea, según sea la radicalidad del portador-, cabe interrogarse sobre el origen y vigencia de lo que se supone están celebrando.
La legitimidad del 12 de octubre como fiesta supuestamente nacional española no resiste el más leve examen. En realidad, el 12 de octubre ha sido tradicionalmente -es decir, quizá desde finales del siglo XIX- la fiesta de la ciudad de Zaragoza, en homenaje a su patrona, la Virgen del Pilar. Posteriormente la festividad se extendió al resto de Aragón aunque para muchas personas en Huesca y Teruel, El Pilar es aún hoy una "fiesta zaragozana".
A principios del siglo XX surge a impulso oficial la conmemoración del "Descubrimiento de América", que coincide con la fecha en que se celebraba el Pilar. El 12 de Octubre fue una fiesta creada en la época en que la Monarquía alfonsina ensayó un intento -fallido- de encabezar una Comunidad Iberoamericana de Naciones a semejanza de la británica; alguna mayor presencia diplomática española en la América no anglosajona y la Exposición Iberoamericana de Sevilla celebrada en 1929, fueron los únicos frutos reales de esa política efímera. Con todo, el 12 de octubre cuajó en América como festividad propia, si bien en dos direcciones contrapuestas: por un lado, las burguesías dominantes de los países iberoamericanos comenzaron a celebrar el "Descubrimiento" como un modo de reivindicar sus orígenes europeos y al tiempo proclamar el mestizaje de culturas que supuestamente ellos encarnan, y por otro lado para los indígenas y mestizos reales el 12 de octubre empezó a representar la fecha que encarnaba el comienzo de todos los males para las supuestamente idílicas civilizaciones precolombinas.
Finalizada la Guerra de España, el régimen franquista, en consonancia con su política de reivindicación del pasado imperial del país y con las ideas de supremacía racial de sus mentores y aliados nazis, convirtió el 12 de Octubre en Día de la Raza, una festividad que cuando yo era niño aún se celebraba oficialmente; siempre me he preguntado a qué raza se referían los franquistas en un país como España, quizá el más mestizo de Europa, pero ése era un detalle que a nuestros fascistas locales les traía sin cuidado. Hacia los años sesenta el Día de la Raza dio paso al Día de la Hispanidad, que se prentendía más "cultural" y menos "político". El tardofranquismo evolucionaba hacia la inanidad, y con él sus festividades patrias.
Muerto Franco y aprobada una Constitución democrática, se mantuvo el 12 de Octubre como Fiesta Nacional, ahora ya despojada de referencias pilaristas, raciales o imperialistas. Puestos a inventar una Fiesta Nacional -en el supuesto de que hubiera necesidad de tener una- se podía haber escogido entre un repertorio de fechas muy amplio. Pero naturalmente, en la Transición quien podía imponía también en lo que toca a los elementos simbólicos, y así se impuso la parte en apariencia menos abiertamente fascista del calendario festivo franquista, incluido el 12 de Octubre.
Particularmente, se me da una higa la Fiesta de una Nación en la que no creo, al menos no en los términos en los que la proclama la derecha española; en realidad, ni siquiera creo en las "naciones realmente existentes", como diría Manolo Vázquez Montalbán. Así que por mí como si quieren convertir en Fiesta Nacional española el día del "Descubrimiento" de América o aquél en el que Franco hizo la Primera Comunión. Pero puestos a sugerir una fecha con connotaciones democráticas y verdaderamente populares, por encima de partidos y hasta de nacionalidades, yo propondría que se eligiera el 19 de julio, en remenbranza del día de 1936 en el que el pueblo de Barcelona y el Madrid, apoyados por las fuerzas de Seguridad del Estado leales, derrotaron en la calles de esas dos ciudades a los militares traidores rebelados contra el Gobierno legítimo.
El 19 de julio sería una fecha de la que podríamos sentirnos orgullosos todos los demócratas.
3 comentarios:
Y además, pues estoy de acuerdo con todo lo que dices, no se a qué viene ese exibicionismo de fuerzas armadas. Yo creo que si quieren poner un dia de fiesta nacional que lo hagan como con cualquier otra fiesta, que sea un dia en que no se trabaje y que cada uno lo celebre como le de la gana.
El "puente", esa creación tan española, es el mayor enemigo de la participación popular en tales exhibicionismos. Reivindiquemos, pues, más puentes y menos desfiles :)
Lamento la falta de ortografia de exhibicionismo.
¡Vivan los puentes!
Un abrazo muy fuerte
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