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miércoles, 29 de septiembre de 2010

29 de septiembre: ¡Zapatero, rectificación o dimisión!


Gran éxito de la clase trabajadora catalana: más de 400.000 personas en Barcelona dicen rotundamente ¡No! en la calle a la política neoliberal del Gobierno Zapatero. El pulso lo ha perdido la derecha económica y política y sus aliados en el gobierno español: Zapatero debe rectificar o dimitir. Se impone el despido inmediato de la ministra de Economía, Elena Salgado.

Los incidentes en el centro de la ciudad son obra de provocadores "alternativos", manejados y azuzados por los elementos que han perdido la batalla librada hoy: capitalistas reaccionarios y especuladores sin escrúpulos, politicastros corruptos y elementos fascistas enquistados en los cuerpos policiales. ¡Son las tácticas de siempre para intentar manchar una gran victoria de los trabajadores y la izquierda sindical, pero ya no engañan a nadie!.

viernes, 14 de mayo de 2010

La patronal catalana propone liquidar el Estado



El Fomento del Trabajo Nacional es la patronal histórica catalana. Actualmente se llama Foment del Treball, pero esto es pura travestización aggiornadora de sus orígenes e ideología. Dirigentes y afiliados del Fomento de los años 20 y 30 del pasado siglo contrataban pistoleros que asesinaron sindicalistas por centenares en las calles de Barcelona, y la misma organización patronal animaba y financiaba a sicarios como el gobernador Martínez Anido, el inventor de la célebre "Ley de Fugas" (mediante la cual los obreros detenidos eran liquidados a balazos cuando supuestamente intentaban huir, en ocasiones maniatados y con grilletes en los pies, de las Fuerzas de Orden Público).

Los tiempos cambian, y las patronales se ponen al día. Luego de la etapa dorada del franquismo (ya saben, los tiempos del Sindicato Vertical para los trabajadores, la Modelo para los disidentes y el fusilamiento en el Camp de La Bota o los fosos de Montjuïc para los recalcitrantes), el Fomento se convirtió en Foment, abrazó la moderación en versión catalanista o españolista, según gobiernos ejercientes, y comenzó a impartir doctrina económica y social. Su actual presidente, don Juan Rosell, es asimismo vicepresidente de la Patronal de Patronales española, la CEOE, o sea que un pedo que se tiren en el Foment en Barcelona seguro que resuena en la sede madrileña del empresariado español. Por cierto, el local del Foment está situado en Via Laietana, casi enfrente de la famosa comisaría en la que reinaba "la Secreta" (la Brigada Político-Social), por cuyos sótanos desfilaron en tiempos del Generalísimo tantos obreros descarriados que osaban plantar cara a los empresarios del Foment.

El caso es que el señor Juan Rosell si de algo entiende es de economía. O no. Juzguen ustedes mismos.

En declaraciones que recoge hoy "El Periódico de Catalunya", el señor Rosell "reclama un adelgazamiento del sector público español, así como la puesta en práctica de medidas que hagan más eficaz el funcionamiento de las administraciones públicas". O sea que el presidente de los patronos catalanes considera que el Estado está gordo y que hay que ponerle a dieta. Para hacer boca, o mejor dicho, para estrecharla, el "Capo de tutti capis" catalán propone "la posibilidad de reducir ayuntamientos, mancomunidades y otros niveles de administración que generan un alto coste a los contribuyentes". Pues venga, fuera ayuntamientos, mancomunidades, diputaciones, consejos comarcales y lo que haga falta. Todo sea por el adelgazamiento.

Pero el señor Rosell es hombre de miras muy amplias, y no se queda ahí. "No tengamos miedo a plantear cosas que antes eran impensables. Es hora de arriesgar", nos anima este pozo de sabiduría. "Rosell fue también muy crítico con el modelo de gasto social actual", continúa el diario. El gasto social es el cáncer que impide el desarrollo del libre mercado; el Estado y su manía de dilapidar el dinero en beneficio de las clases trabajadoras, ya saben. Pues nada, para extirpar el tumor hay que meter bisturí, radiación, y pistola. Perdón, lo último se me ha escapado; es que Martínez Anido hablaba en sus tiempos de "extirpar el proletariado que nos desafía" o algo así, y se me fue la cabeza. Nada de pistolas: Rosell es un caballero moderado, y se conformaría con irradiar a los sindicatos hasta convertirlos en un churrasco. Y luego subastar el Estado en Ebay, o algo así.

Pero lo mejor, como en todas las historias, es el final. Dice Rosell para concluir que "los parados han de convencerse de que son trabajadores del Estado y hay que obligarles a formarse o a prestar servicios en la Administración, por ejemplo en tareas de dependencia". Acabáramos. Los parados contemplados no como "el ejército de reserva del capitalismo", según decía aquel alemán barbado, judío y quizá masón, sino como funcionarios a sueldo del Estado. Y funcionarios que no se están ganando el pan que comen, según Rosell. Hay por tanto que poner a trabajar a los parados, sí, pero en la Administración. O sea, lejos de la empresa privada. La teoría de Rosell puede resumirse en que el parado es como un zurullo: una vez expulsado del recto patronal debe ser recogido por el Estado, quien se lo quedará en sus manos para siempre jamás. A eso se le llama visión de futuro.

Ocurre sin embargo que aquí el señor de las barbas al que aludía antes encontraría en el discurso de Rosell una de esas cosas que él llamaba "contradicciones". Porque señor Rosell, seamos serios, si adelgazamos al Estado hasta dejarlo en los huesos, como si fuera un fakir a orillas del Ganges ¿cómo coño va a hacerse cargo entonces ése mismo Estado de los parados que ustedes, amigos del Fomento y la CEOE, están defecando por millones?.

¡Cuánto más claras y fáciles eran los cosas en tiempos del añorado Martínez Anido!.

La fotografía que ilustra el post muestra a un grupo de personas depositando flores en el lugar de la calle de la Cadena de Barcelona en el que en marzo de de 1923, fue asesinado Salvador Seguí, "El Noi del Sucre", dirigente anarcosindicalista muerto por pistoleros del llamado Sindicato Libre, que actuaban a las órdenes de Fomento del Trabajo Nacional y protegidos por el gobernador civil, general Martínez Anido.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Los nuevos negreros. Una empresa catalana despide por carta a una trabajadora en coma


En septiembre pasado, Sandra Tejero Casares, de 36 años de edad, tuvo un accidente de tráfico y quedó en coma, del que no ha salido desde entonces. Trabajaba en una pescadería de la cadena El Punt del Peix en Palau Solità i Plegamans, una pequeña población cercana a Barcelona, donde tenía contrato indefinido (es decir, era fija en plantilla) y cobraba 920 euros mensuales netos como salario.

Con fecha 1 de octubre la dirección de la empresa le envía una carta de despido, en la que le informa de la rescisión del contrato "acogiéndose al artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores. Dicho artículo considera despido disciplinario faltar repetida e injustificadamente al trabajo, no llegar puntual, disminuir continuada y voluntariamente en el rendimiento, desobedecer, o no rendir por haber bebido" (El País, 7 de octubre de 2008). En la misma carta, y en un alarde de cinismo difícilmente igualable, la empresa El Punt del Peix admite "la improcedencia del despido" (sic), y le propone 2.416,2 euros de indemnización, más 938,89 de finiquito.

La madre de Sandra asegura que se han entregado a la empresa todos los partes de baja. "Conocían bien la situación", añade. Imaginen la angustia de esta mujer, que al dolor de ver a su hija en ese estado ha de sumar ahora el trato vejatorio que sus empleadores le dispensan cuando ni siquiera está en condiciones de defenderse.

Ya es una vergüenza que una empresa se dirija por carta a un empleado suyo que le consta está en coma. Pero que la carta sea un despido por "falta de asistencia y puntualidad" a quien se halla no ya de baja médica sino con la consciencia perdida, resulta de un cinismo supremo. Y en fin, que como remate y culminación de esta salvajada, se reconozca que el despido es ilegal y se le ofrezcan a la víctima de este atropello incalificable ¡dos mil cuatrocientos euros! en concepto de indemnización, merece una respuesta proporcionada a los méritos acumulados por la empresa.

No tengo ni idea de qué pasará ahora. Espero que los sindicatos, la Generalitat, el ministerio de Trabajo y quien tenga alguna competencia en este caso, tomen cartas en el asunto y agarren por el pescuezo a esos ejemplares emprendedores creadores de riqueza y puestos de trabajo; yo abogaría directamente por la vía penal contra los negreros de Punt del Peix, porque esa carta no es ya el despido improcedente de un trabajador sino un verdadero atentado terrorista contra la dignidad humana y contra los derechos de los trabajadores, y probablemente además un verdadero crimen de lesa Humanidad. A esa gentuza hay que darles una lección que no olviden nunca.

jueves, 1 de mayo de 2008

El Primero de Mayo y la pudrición de la política


Mientras apenas unos pocos miles de personas desfilan por las calles españolas en conmemoración del Primero de Mayo, las Secciones de Asalto de ETA atacan a bombazos tres centros oficiales relacionados con el mundo del trabajo (¡por fin los "camisas pardas" vascos se van quitando la careta!), y algunos significados políticos anuncian su pase a la "empresa privada" desdeñando a esos electores que aún no hace dos meses les votaron para que defendieran sus ideas en el Parlamento.

Esta mezcla de declive de las organizaciones de los trabajadores, nazismo rampante del principal residuo del franquismo (ETA y su mundo), y políticos que prefieren ganar dinero a defender las ideas que dicen tener, empieza a resultar explosiva.

Fracasan las convocatorias sindicales incluso en su fiesta (de hecho, la única fiesta al cabo del año que merece ser conmemorada por quienes creemos ser de izquierdas). El "puente", la desmovilización, la pérdida de valores solidarios... razones reales todas, pero parciales al cabo. Alguien debería hacérselo mirar, y no sólo en las cúpulas sindicales y en sus escalones burocráticos (siempre tan satisfechos de sí mismos); los propios trabajadores españoles deberían reflexionar sobre cúales son sus intereses verdaderos, y por qué ceden tan fácilmente al encanto consumista del coche, el apartamento de propiedad y las vacaciones en Santo Domingo.

Por lo que respecta al ataque de ETA precisamente contra elementos simbólicos de ciertas conquistas de los trabajadores como son la sanidad pública y la protección social, mejor no perder el tiempo comentándolo. Lo propio de los nazis es comportarse como tales, y no hay nada que los nazis hayan odiado tanto históricamente como aquello que tiene contenidos simbólicos aunque sean tangenciales para los trabajadores.

En cuanto a los politicastros en fuga, ahí corre Eduardo Zaplana, probablemente el personaje más corrupto de la política española desde la muerte del general Franco, que "deja la política" para irse a Praga como delegado para Europa de Telefónica Española, por un sueldo de un millón de euros al año. Lo divertido del caso es que a Zaplana le han fichado por sus "contactos internacionales" (es socio nada menos que de Berlusconi; Dios los cría y ellos se juntan), aunque no habla una palabra de inglés ni de otro idioma que no sea castellano. Zaplana se va del Partido Popular porque le han enseñado la puerta; no el pobre Mariano Rajoy, sino los poderes que realmente pilotan por control remoto la derecha española. Además, salir de España supone alejarle al menos por un tiempo de las causas judiciales en las que anda inmerso, y que pueden comenzar a explotar como una mascletá valenciana en los próximos meses.

Más repugnante que la fuga de Zaplana hacia un exilio dorado es la traición de David Taguas, significado miembro de la Oficina Económica que a las órdenes de Miguel Sebastián asesoraba al Presidente del Gobierno español. Taguas ha saltado directamente de La Moncloa socialista a la dirección de la organización que constituye la cara pública de la Mafia del Ladrillo, pudorosamente llamada en los medios "lobby de los grandes empresarios de la construcción". Entre los integrantes de ése verdadero Sindicato de Especuladores (éstos sindicatos más o menos legales sí que florecen en España), figuran personajes como Florentino Pérez, Alicia Koplowitz, Villar Mir y la familia Entrecanales, la crema de la crema del sector. Zapatero dice estar "desagradablemente sorprendido"; no es para menos.

Sólo puede entenderse semejante salto desde el conocimiento de la desideologización y el carrerismo que impregnan la política española. ¿Cómo diablos alguien que se dedica a asesorar en materia económica a la presidencia de un gobierno socialista puede irse, sin solución de continuidad, a presidir la cúpula de la mafia de los especuladores inmobiliarios, subiéndose en marcha al puente de mando desde el que se ha destrozado urbanísticamente el territorio español y se ha convertido la vivienda en un artículo de lujo en vez de un derecho constitucional?.

La respuesta es fácil: por razones semejantes, sin ir más lejos, por las que Carmen Chacón o Celestino Corbacho son hoy ministros: porque en la izquierda desideologizada todo es posible. Les dá lo mismo una cosa que otra, estar aquí o allá, en la izquierda o en la derecha. Todo es banal, fútil, pasajero. Y las ideas un peso muerto del que mejor prescindir, caso de haberlas tenido alguna vez.

El imperio del dinero y de la escalada social se extiende imparable, y a su llamada pocos se resisten.

martes, 1 de mayo de 2007

Olvidado Primero de Mayo


Un año más el Primero de Mayo fabrica un puente de esos que supuestamente justifican una escapada que nos aleje de las preocupaciones cotidianas. Hace tiempo que nos han convencido de que todos somos "clase media" (apenas quedarían fuera de esa gran fraternidad algunos multimillonarios y unos pocos marginados), así que esa historia de las reivindicaciones y luchas obreras ya es puro anacronismo en una sociedad moderna y avanzada, como nos dicen que es la nuestra. Y nosotros lo creemos. Así de tontos somos.

En lo que toca a los dirigentes de la izquierda política y sindical, ellos se conforman con cubrir el expediente convocando algunas manifestaciones, a las que sólo acuden los más próximos a las estructuras organizativas implicadas. En España y en general en Europa, nada queda en el Primero de Mayo del espíritu conque comenzó a celebrarse hace poco más de un siglo. Ciertamente los tiempos han cambiado, pero sobre todo quienes han cambiado son las mentalidades y las ideologías sobre las que se sostenía esta jornada en sus primeras convocatorias.

En el resto del mundo las cosas no son muy diferentes. Cada año la televisión repite, monótona, las mismas imágenes en esta fecha: las manifestaciones a palos en Turquía y Corea del Sur, la movilización de ancianos abandonados y de nostálgicos del régimen soviético en Moscú, las algaradas en algún país del Tercer Mundo en crisis explosiva, los grandes desfiles bovinos en La Habana y Pekín a mayor gloria de los regímenes locales, y la soledad de los dirigentes sindicales en España mitineando ante algunos escasos centenares de fieles, verdaderos "últimos de Filipinas".

Uno recuerda aquellos años del franquismo terminal, cuando el régimen hacía coincidir la jornada de Liga con el Primero de Mayo independientemente del día de la semana en que cayera éste, para así intentar desviar la atención hacia el fútbol, y francamente le entra la tristeza; en aquellos tiempos hasta quienes no suelen tener las cosas claras parecían tenerlas muy claras. Hoy en cambio, el Primero de Mayo es apenas una excusa para perder el tiempo en una caravana de automóviles rumbo a la costa.

Alguien, en alguna parte, cuando contrasta las imágenes de los atascos en las carreteras españolas con la escasa asistencia a los actos sindicales de este día, sonríe con todas sus muelas de oro. Se ríe de nosotros, no lo duden.