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viernes, 1 de mayo de 2009

Vuelve el Primero de Mayo


La crisis, la famosa crisis, ha devuelto este año los manifestantes del Primero de Mayo a las calles de España. Sobre todo los parados, el ejército de reserva del capitalismo, como les llamó Karl Marx, han asomado con sus banderas y sus pancartas en las principales ciudades españolas. El puente festivo del Primero de Mayo ha perdido fuerza, relegado en parte ante la necesidad que sienten las clases trabajadoras de empezar a gritar su miedo al futuro y sobre todo, a la indefensión a la que les arroja un capitalismo que pugna por volver a sus orígenes más salvajemente explotadores.

A las izquierdas les toca dar respuestas y encabezar procesos. Hoy, por primera vez en muchos años, una mayoría de manifestantes marchaban con pañuelos rojos al cuello; que tome nota quien debe. El Estado ha de pegar la oreja a las reivindicaciones de esta gente, porque sino la que se le viene encima puede llevarse por delante cosas mucho más importantes que el sillón de Zapatero en La Moncloa.

¡Viva el Primero de Mayo y la lucha de los trabajadores en el mundo entero!.

jueves, 1 de mayo de 2008

El Primero de Mayo y la pudrición de la política


Mientras apenas unos pocos miles de personas desfilan por las calles españolas en conmemoración del Primero de Mayo, las Secciones de Asalto de ETA atacan a bombazos tres centros oficiales relacionados con el mundo del trabajo (¡por fin los "camisas pardas" vascos se van quitando la careta!), y algunos significados políticos anuncian su pase a la "empresa privada" desdeñando a esos electores que aún no hace dos meses les votaron para que defendieran sus ideas en el Parlamento.

Esta mezcla de declive de las organizaciones de los trabajadores, nazismo rampante del principal residuo del franquismo (ETA y su mundo), y políticos que prefieren ganar dinero a defender las ideas que dicen tener, empieza a resultar explosiva.

Fracasan las convocatorias sindicales incluso en su fiesta (de hecho, la única fiesta al cabo del año que merece ser conmemorada por quienes creemos ser de izquierdas). El "puente", la desmovilización, la pérdida de valores solidarios... razones reales todas, pero parciales al cabo. Alguien debería hacérselo mirar, y no sólo en las cúpulas sindicales y en sus escalones burocráticos (siempre tan satisfechos de sí mismos); los propios trabajadores españoles deberían reflexionar sobre cúales son sus intereses verdaderos, y por qué ceden tan fácilmente al encanto consumista del coche, el apartamento de propiedad y las vacaciones en Santo Domingo.

Por lo que respecta al ataque de ETA precisamente contra elementos simbólicos de ciertas conquistas de los trabajadores como son la sanidad pública y la protección social, mejor no perder el tiempo comentándolo. Lo propio de los nazis es comportarse como tales, y no hay nada que los nazis hayan odiado tanto históricamente como aquello que tiene contenidos simbólicos aunque sean tangenciales para los trabajadores.

En cuanto a los politicastros en fuga, ahí corre Eduardo Zaplana, probablemente el personaje más corrupto de la política española desde la muerte del general Franco, que "deja la política" para irse a Praga como delegado para Europa de Telefónica Española, por un sueldo de un millón de euros al año. Lo divertido del caso es que a Zaplana le han fichado por sus "contactos internacionales" (es socio nada menos que de Berlusconi; Dios los cría y ellos se juntan), aunque no habla una palabra de inglés ni de otro idioma que no sea castellano. Zaplana se va del Partido Popular porque le han enseñado la puerta; no el pobre Mariano Rajoy, sino los poderes que realmente pilotan por control remoto la derecha española. Además, salir de España supone alejarle al menos por un tiempo de las causas judiciales en las que anda inmerso, y que pueden comenzar a explotar como una mascletá valenciana en los próximos meses.

Más repugnante que la fuga de Zaplana hacia un exilio dorado es la traición de David Taguas, significado miembro de la Oficina Económica que a las órdenes de Miguel Sebastián asesoraba al Presidente del Gobierno español. Taguas ha saltado directamente de La Moncloa socialista a la dirección de la organización que constituye la cara pública de la Mafia del Ladrillo, pudorosamente llamada en los medios "lobby de los grandes empresarios de la construcción". Entre los integrantes de ése verdadero Sindicato de Especuladores (éstos sindicatos más o menos legales sí que florecen en España), figuran personajes como Florentino Pérez, Alicia Koplowitz, Villar Mir y la familia Entrecanales, la crema de la crema del sector. Zapatero dice estar "desagradablemente sorprendido"; no es para menos.

Sólo puede entenderse semejante salto desde el conocimiento de la desideologización y el carrerismo que impregnan la política española. ¿Cómo diablos alguien que se dedica a asesorar en materia económica a la presidencia de un gobierno socialista puede irse, sin solución de continuidad, a presidir la cúpula de la mafia de los especuladores inmobiliarios, subiéndose en marcha al puente de mando desde el que se ha destrozado urbanísticamente el territorio español y se ha convertido la vivienda en un artículo de lujo en vez de un derecho constitucional?.

La respuesta es fácil: por razones semejantes, sin ir más lejos, por las que Carmen Chacón o Celestino Corbacho son hoy ministros: porque en la izquierda desideologizada todo es posible. Les dá lo mismo una cosa que otra, estar aquí o allá, en la izquierda o en la derecha. Todo es banal, fútil, pasajero. Y las ideas un peso muerto del que mejor prescindir, caso de haberlas tenido alguna vez.

El imperio del dinero y de la escalada social se extiende imparable, y a su llamada pocos se resisten.

martes, 1 de mayo de 2007

Olvidado Primero de Mayo


Un año más el Primero de Mayo fabrica un puente de esos que supuestamente justifican una escapada que nos aleje de las preocupaciones cotidianas. Hace tiempo que nos han convencido de que todos somos "clase media" (apenas quedarían fuera de esa gran fraternidad algunos multimillonarios y unos pocos marginados), así que esa historia de las reivindicaciones y luchas obreras ya es puro anacronismo en una sociedad moderna y avanzada, como nos dicen que es la nuestra. Y nosotros lo creemos. Así de tontos somos.

En lo que toca a los dirigentes de la izquierda política y sindical, ellos se conforman con cubrir el expediente convocando algunas manifestaciones, a las que sólo acuden los más próximos a las estructuras organizativas implicadas. En España y en general en Europa, nada queda en el Primero de Mayo del espíritu conque comenzó a celebrarse hace poco más de un siglo. Ciertamente los tiempos han cambiado, pero sobre todo quienes han cambiado son las mentalidades y las ideologías sobre las que se sostenía esta jornada en sus primeras convocatorias.

En el resto del mundo las cosas no son muy diferentes. Cada año la televisión repite, monótona, las mismas imágenes en esta fecha: las manifestaciones a palos en Turquía y Corea del Sur, la movilización de ancianos abandonados y de nostálgicos del régimen soviético en Moscú, las algaradas en algún país del Tercer Mundo en crisis explosiva, los grandes desfiles bovinos en La Habana y Pekín a mayor gloria de los regímenes locales, y la soledad de los dirigentes sindicales en España mitineando ante algunos escasos centenares de fieles, verdaderos "últimos de Filipinas".

Uno recuerda aquellos años del franquismo terminal, cuando el régimen hacía coincidir la jornada de Liga con el Primero de Mayo independientemente del día de la semana en que cayera éste, para así intentar desviar la atención hacia el fútbol, y francamente le entra la tristeza; en aquellos tiempos hasta quienes no suelen tener las cosas claras parecían tenerlas muy claras. Hoy en cambio, el Primero de Mayo es apenas una excusa para perder el tiempo en una caravana de automóviles rumbo a la costa.

Alguien, en alguna parte, cuando contrasta las imágenes de los atascos en las carreteras españolas con la escasa asistencia a los actos sindicales de este día, sonríe con todas sus muelas de oro. Se ríe de nosotros, no lo duden.