
Pequeñas píldoras para construir meditaciones en los próximos días:
1. La corrupción crea fidelidad electoral. Véase Valencia, Madrid y Murcia. El empleo tiene que ver mucho con eso. En realidad, Sicilia queda mucho más cerca de las costas levantinas de lo que parece.
2. Sin Catalunya, la izquierda pierde. Así de sencillo. La fuerte abstención en esta autonomía (8 puntos superior a la media española) hizo inevitable la derrota de la izquierda en toda España.
3. Fuera del País Vasco y Navarra, hay 35.000 tarados mentales capaces de votar a ETA (en Catalunya, 18.000, la mitad de ellos en la provincia de Barcelona y 4.000 en Barcelona ciudad). Son poquísimos, pero lo increíble es que existan.
4. A la izquierda del PSOE no hay espacio político alguno. Apenas una UCI hospitalaria para una Izquierda Unida que sigue desangrándose, y el desierto más absoluto para las múltiples e irrelevantes “izquierdas transformadoras”.
5. El nacionalismo “periférico” (autonomista o independentista), va de lenta pero progresiva capa caída, disminuyendo su fuerza desde finales de los años noventa. El nacionalismo españolista por el contrario, crece de día en día.
6. Rosita de España (UPD) ha tocado techo a costa de fagocitar todo lo de derechas que no sea PP o “nacionalismo periférico”. Le llega el estancamiento, y luego el declive. Su estrella será tan fugaz como la de Ciutadans y otros inventos similares.
7. En España no hay sitio para un Le Pen. Mejor dicho, no lo hay fuera de las listas del PP español. Hoy por hoy el Partido Popular es el mayor partido de la extrema derecha europea.
8. La crisis económica, bien gracias. Comparen con lo que le ha ocurrido a Gordon Brown, y echen cuentas: en España quienes padecen la crisis no votan, ni ayer ni nunca. Si el PSOE insiste en que la crisis económica le ha pasado factura, estará entrando de lleno a la celada que le tiende la derecha; los problemas de este partido son otros.
9. La perogrullada del siglo, que algunos politólogos dicen no ser cierta (contra toda evidencia): la abstención es de izquierdas. O mejor dicho, quien se abstiene es de izquierdas. Por cada abstencionista de derechas, puede contabilizarse dos o tres de izquierdas. Para comprobarlo una vez más, basta con comparar los diferentes niveles de abstención en los barrios de las grandes ciudades según sea el perfil socioeconómico de éstos.
10. Otra perogrullada: las elecciones europeas son una cosa, y las generales otra bien distinta. Si el PP cree que los resultados son extrapolables es que siguen creyéndose sus propias mentiras , y por tanto corriendo alegremente hacia el desastre. Ojalá sea sí, porque en ese caso el tortazo que se darían en las próximas elecciones generales -para las que faltan 3 años- sería de órdago.
11 Coda final: Efectivamente, como decía ayer Rajoy, estas son las primeras elecciones "nacionales" (es decir, de alcance español) desde el año 2000 que el PP le gana al PSOE. Qué casualidad que las europeas sean precisamente aquellas elecciones de alcance español a las que todo el mundo concede menor relevancia…Si no es tan tonto como parece, el señor Rajoy debería reflexionar acerca de eso antes de prometer un próximo "cambio" de Gobierno de España.