Parece que al cura responsable de Lourdes le han pillado con el carrito del helado. En cristiano y en corto, que el señor rector de Lourdes "obra milagros con su salario", según titulaba ayer El País. Y además, milagros no santos.
Y es que la carne es débil y la mies a recoger gracias a la credulidad de los fieles, mucha. Más de 400.000 euros habría desviado a su cuenta particular Raymond Zambelli, rector del santuario de Lourdes. El hombre ya tiene 65 años, asi que uno no acaba de entender para qué quería tanto dinero a esa edad. Sólo se me ocurre que o bien la crisis económica española ya ha llegado a la Iglesia católica universal -el óbolo de los cristianos no es lo que era, desde luego-, o bien el curita es un tipo caritativo a más no poder y se planteaba una jubilación de lujo en compañía de algunas muchachas brasileñas a las cuales redimir vía talonario de cheques.
Lourdes recibe seis millones de visitantes anuales, atraídos por la promesa de una milagrería que solucione sus enfermedades. En fin. resulta simplemente indecente e inmoral que sobre el dolor humano se levante una cosa así, un gigantesco negocio que genera millones de euros anuales; no es extraño pues que el cura Zambelli haya querido ser partícipe directo, harto probablemente de ver pasar tanto dinero con destino a las arcas vaticanas justo por delante de sus narices.
El asunto ha salido a la luz a través del semanario Le Canard Enchaîné a pesar de los esfuerzos de las autoridades francesas por taparlo. Todo a menos de dos meses de la visita de Benedicto XVI al santuario, que supuestamente compite en la sanación de los enfermos con los sistemas de salud convencionales. Según El País, la ministra francesa de Justicia -que para mayor inri es musulmana-, ha dado una consigna clara al fiscal competente: "no hacer olas en la piscina milagrosa". Probablemente a Zambelli le retirarán de la circulación (¡buena es la Iglesia católica como para que le roben sus propios sicarios!), y no se volverá a hablar de los 427.000 euros afanados por el cura de Lourdes. Y aquí paz y después gloria, nunca mejor dicho.
Sorprende a primera vista que todo esto esté ocurriendo en la "laica" Francia, aunque desde la llegada al poder de Sarkozy -y con él, del pensamiento neocon más reaccionario-, la vida político-social francesa comience a parecerse demasiado a, por ejemplo, la italiana, completamente mediatizada por los intereses de la secta vaticana.
No quiero ni imaginar, de todos modos, qué habría ocurrido de darse el caso en España. Probablemente los desmentidos procederían directamente de Moncloa, y algún periodista habría ido derechito al Infierno por poner en tela de juicio la honradez de un servidor de Cristo.
Por cierto ¿alguno de ustedes sabe en qué monasterio está recluido de por vida el ecónomo de Valladolid, aquél cura que manejaba las inversiones del obispado castellano en Gescartera? Tengo sospechas sobre eso y hasta alguna "certeza moral" que me hubiera gustado contrastar con el recientemente fallecido cardenal Marcinkus. Lástima que se haya llevado sus secretos a la tumba. Marcinkus, digo; el econónomo, sólo Dios sabe.
5 comentarios:
¡Si se han pasado la vida robando a cuenta de los infelices creyentes!.
A mi me da lo mismo que robe uno, o que robe toda la iglesia. Con el cuento de que los que dan, van derechitos al cielo, han vivido, "como papas".
El vaticano está forrado, mientras hay hambre y miseria en el mundo, ¿y qué hacen ellos además de repartir bendiciones y decir que en la otra vida vivirán mejor?. Otra vida que se han inventado para que los incautos no protesten, y ellos vivir ésta a todo tren.
Pd. ¿Y que me dices de esa cosa llamada creo que "bula" en la que podias comer carne los viernes de cuaresma si dabas dinero?. Hace falta ser bien ingenuo o mas bien estúpido para aceptar esas tonterias que tantos beneficios ha dado a unos cuantos tios vestidos de obispos, cardenales etc. etc.
Fíjate que ya Lutero denunció hace casi quinientos años las bulas en general y en particular las que facilitaron el dinero con el que se construyó precisamente San Pedro... y ahí siguen, en lo suyo.
Cuesta, a much@s nos cuesta entender que la Iglesia siga teniendo el poder que tiene en las personas, más sabiendo que siempre ha estado al lado de los opresores, de los sin escrupulos, pocas personas de esta institucicón escapan a una codicia enfermiza que acompaña a las personas que juegan con la ingenuidad de la gente
El poder de la Iglesia, de ésta y de cualquier otra, se basa en la explotación mágica del miedo ajeno.
Mientras tengamos miedo, ellos seguirán haciendo negocios a costa de él.
Un saludo.
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