lunes, 27 de octubre de 2008

El derribo de la prisión de Carabanchel como metáfora


Hay que ver qué prisas por derribar la prisión de Carabanchel. Claro, es evidente que el ladrillo no iba a perdonar un espacio así.

De todos modos, no crean que en este caso lo prioritario sea el especular con los terrenos. Aquí de lo que se trata es de que en cuatro días como quien dice se pueda comenzar a negar que Carabanchel existiera. Ya saben, la reconciliación y todo eso. O sea, la amnesia colectiva elevada a factor clave para la convivencia cívica. ¡Qué país y qué "clase política" tenemos!.

Como sucede con Porlier, Ventas, Les Corts, el campo de concentración de Burgos… y tantos y tantos otros lugares de torturas y crímenes franquistas, Carabanchel está siendo allanado y extirpado de nuestra memoria con nocturnidad y alevosía. Y con prisas, con muchas prisas.

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