lunes, 21 de diciembre de 2009

Defender Val d'Aran es luchar contra la especulación urbanística


Contra toda sensatez y oportunidad, la Generalitat de Catalunya acaba de bendecir la enésima ampliación especulativa de Baqueira-Beret, ese cáncer en metástasis que devora a marchas forzadas el Pirineo catalán y singularmente, el valle de Aran, donde se ubica.

Desde los tiempos de la presidencia de Jordi Pujol, el macrocomplejo turístico y sus urbanizaciones anejas han ido creciendo de un modo que ni siquiera la Unión Europea ha podido frenar, a pesar de haberlo intentado; cuanto menos aquí en Catalunya, donde Baqueira-Beret ha contado con toda suerte de apoyos y complicidades en las esferas políticas locales y autonómicas. Recordemos sin ir más lejos al inefable Joaquim Llena, actual conseller de Agricultura de la Generalitat, presunto socialista, a quien hace año y medio El País implicaba en un jugoso pelotazo que culminaba una carrera de "emprendedor" en negocios inmobiliarios tras los cuales no cuesta mucho percibir la larga mano de Baqueira-Beret.

Simultáneamente a este enésimo y pestífero "emprendimiento empresarial" a costa del patrimonio natural de todos, catalanes o no, la Generalitat catalana redobla sus esfuerzos porque Val d'Aran acepte integrarse en la vegeria Alt Pirineu. Decía El País del pasado 18 de diciembre, que el 5 de enero próximo, víspera de los Reyes Magos, "el Gobienro catalán aprobará el proyecto de ley de veguerías(sic)" que reduce Val d'Aran a una mera comarca catalana.

En esa misma información se da cuenta de que los nueve alcaldes de Val d'Aran "han firmado un documento en el que rechazan su inclusión en la veguería del Alto Pirineo y se reafirman en la voluntad de no formar parte de ninguna veguería que no sea el propio Aran, como establece la ley de régimen especial del Aran". La cosa se está poniendo tan enconada que, prosigue el diario madrileño, "el partido Unitat d'Aran ha amenazado con romper los vínculos que mantiene con el PSC si el territorio queda incluido en la veguería del Pirineo".

¿Y por qué tanto empeño en despersonalizar Aran? Pues naturalmente porque si Val d'Aran pierde su estatuto dentro de Catalunya y queda convertida en una comarca más, la especulación urbanística que desarrolla Baqueira-Beret en su territorio tendrá campo libre. Hasta ahora la ley especial que regula la autonomía aranesa ha opuesto algunas dificultades a las maniobras especulativas; comarcalizada, Aran quedará en manos de los padrinos de los Llena y compañía. No otro sentido tiene el que los alcaldes araneses amenacen a los socialistas catalanes con la ruptura de la asociación entre sus dos partidos.

Defender la personalidad propia y la autonomía política de Val d'Aran es pues, combatir la especulación y la corrupción en Catalunya.

En la fotografía, bloque de apartamentos "a pie de pista de esquí" (sic), en Val d'Aran.

1 comentario:

Joaquim dijo...

Tengo que pedir disculpas a un lector que si no recuerdo mal se llama Xavier Serra. Al moderar su comentario lo borré, en vez de subirlo.

Si lo quiere repetir, espero no equivocarme de nuevo.

Por si no lo hace, el comentario decía en síntesis que él es independentista catalán pero cree que el derecho de autodeterminación debe ser para todos, también para Val d'Aran.