viernes, 4 de septiembre de 2009

El PP se espía a sí mismo

El PP denuncia ser víctima de escuchas y seguimientos ilegales.

Lo grandioso del asunto es que tienen razón. Las escuchas ilegales existen, los seguimientos ilegales existen, las presiones, amenazas, dossieres y fotos clandestinas existen: todas esas actividades las lleva a cabo (presuntamente, faltaría más) el “servicio” de espionaje -los ya famosos "mortadelos"- creado por la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, y dirigido personalmente por su consejero del Interior; ese modélico grupo de ex guardias civiles, espléndidamente dotados (cacharrería tecnológica último modelo, motos de gran cilindrada, etc) y divinamente pagados, todo con dinero de la Comunidad de Madrid, se dedican a seguir, fotografiar, escuchar… ¡a dirigentes del PP!. Es decir, del mismo partido de quienes gobiernan la Comunidad autónoma madrileña. Ni los hermanos Marx habrían superado algo así.

Por las hemerotecas anda el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, aguirrista de pro aunque al parecer no lo suficiente, pues los “mortadelos” que su jefa amamanta en los pechos del Gobierno autonómico le fotografiaron tiempo atrás recién bajado del avión en un país latinoamericano, en el momento de entregar unas bolsas de deporte cuyo contenido aún no nos han explicado; pero no desesperen, todo llegará el día en que algún dirigente del PP agraviado tenga a bien vengarse de sus compañeros. Misteriosamente dichas fotos llegaron a los medios de comunicación adecuados, y ahí las tienen.

En fin que la cosa se está poniendo francamente divertida: Mariano Rajoy y compañía acusan al Gobierno español de las prácticas que ellos mismos se inflingen entre sí. La verdad es que cabe preguntarse para qué iba a putearlos Rubalcaba, ministro del Interior español, si los dirigentes del PP son maestros en el arte de destrozarse a dentelladas entre sí.

En las fotografías publicadas por El País que ilustran este post, aparece Ignacio González espiado por los "agentes secretos" al servicio de Esperanza Aguirre.

2 comentarios:

Sergio dijo...

Joaquim, lo que dices es totalmente cierto más lo que observo es que pese al ridículo que acostumbran a hacer los líderes del PP este partido será favorito en las próximas presidenciales de seguir las cosas como hasta ahora (joer, todo de un tirón y sin respirar).

No logro... comprender, el porqué no se le exige a quienes denuncian estas tareas de inteligencia solapada por parte del gobierno a hacer la correspondiente denuncia ante un juez competente, no comprendo el porqué un juez cualquiera no puede comenzar a investigar de oficio porque, si esto fuese verdad, estaríamos ante un estado democrático que gira hacia un estado totalitario y quienes se dicen demócratas deberían poner toda la carne en el asador para evitarlo.

Más el PP solo señala con un tímido dedo acusador a quienes ellos aseguran que le espían y luego se van de cañas con los amiguetes.

¿Es que quiénes conforman el PP no son demócratas?
¿Es que a las bases del PP no les importa que estén espiando a sus líderes?
¿O es que solo saben hacer política basándose en acusaciones falsas y pitorreo?

Un abrazo.

Joaquim dijo...

Al parecer este es el único modo en el que la derecha española entiende la política: como un campo de batalla continuo, en el que se combate no sólo al "enemigo exterior" (todos los que intentan alterar el corpus de privilegios que defiende)sino también contra cualquier discrepancia interna con aquello que señala el jefe de turno.

En el fondo se trata de vicios de nacimiento, heredados de los orígenes no democráticos de la derecha hispana. El pensamiento histórico y actual de la derecha española se basa en un doble pivote: totalitarismo frente a la sociedad y autoritarismo interno. En el PP cada dirigente se siente un caudillo cuyos intereses y órdenes deben ser acatados sin rechistar. Demasiados Führers para tan poco "espacio vital"; el conflicto entre ellos es pues, inevitable.

Un abrazo.