La prensa europea de hoy se hace eco de modo discreto del fenomenal avance de la izquierda socialista en Alemania. En los "lander" (estados) de Sarre y Turingia, Die Linke se convierte en la tercera y segunda fuerza en los respectivos parlamentos regionales, adelantando a Verdes y liberales en el primer caso y hasta al SPD en Turingia.
En el Sarre, el estado originario de Oskar Lafontaine y del que fuera presidente cuando militaba en el SPD, Die Linke ("La Izquierda") ha recogido el 21,3% de los votos, a sólo tres puntos del SPD; hace cinco años sólo tuvo el 2,3% de los votos. El candidato del SPD necesita inexorablemente su apoyo para sacar del gobierno a la CDU, que hasta ahora tenía mayoría absoluta en la región.
En Turinga, Die Linke ha obtenido el 27,4% de los votos, a sólo cuatro puntos de la CDU, y seguramente conseguirá la presidencia regional si pacta con SPD y Verdes. La CDU disponía hasta ahora, como en el Sarre, de la mayoría absoluta. Los peores resultados de la izquierda socialista los obtiene en el land de Sajonia, con un 20,6% de los votos... doblando al SPD, que ha obtenido el 10,4% (todos los datos han sido extraídos de la versión digital de Le Monde de hoy).
Es obvio que la crisis económica ha pasado factura al gobierno de Gran Coalición, golpeando con gran crudeza a su componente derechista, la CDU-CSU, y en menor medida a los social-liberales del SPD. Pero también es evidente que el avance de la izquierda socialista en Alemania responde a movimientos mucho más profundos, de recuperación de la iniciativa política por parte de las clases trabajadoras y populares. Mientras el SPD busca desesperadamente volver a conectar con sus bases tradicionales (lo que imposibilita el social-liberalismo que empapa a sus dirigentes), éstas continúan pasándose con armas y bagajes a Die Linke, convertido en el aglutinador de toda la izquierda alemana. A sus 66 años Oskar Lafontaine, socialista marxista y católico practicante, alemán hasta la médula e internacionalista convencido, ve como se acerca a pasos agigantados el momento en que la fuerza política que encabeza va a ser no ya imprescindible para forjar mayorías progresistas, sino capaz por sí misma de encabezar alternativas por la izquierda que desborden el marco social-neoliberal en el que han venido chapoteando en las últimas décadas los ex socialdemócratas del SPD y otros partidos europeos semejantes.
Aviso para navegantes, pues: hay otra izquierda posible, que avanza con fuerza en Europa y no sólo en Alemania: recuérdese el reciente éxito en las europeas del Partido Anticapitalista y del Front de Gauche franceses. España, como siempre, llega tarde a estos movimientos, pero no hay que dudar de que de un momento a otro va a empezar a moverse el panorama en la izquierda española.
4 comentarios:
¡¡¡Los dioses te oigan!!!.
Es facil ser seguidora tuya, expones las cosas con tanta claridad, que es un gustazo leerte.
Hoy con este artículo me has alegrado el dia, si las izquierdas triunfan en Alemania y Francia, ¡ojalá!, España será apoyada por estos grandes paises y quizá se haga mas fuerte nuestro socialismo, y sobre todo, podrá actuar mas y mejor en beneficio de todos.
Y no precisamente de los que mas tienen.
Marian
Dios, Carlos Marx y Pepiño Blanco te oigan a tí, Marian :)
Como a vos, me agrada el crecimiento de la izquierda en Alemania pero, por otra parte, no soy tan positivo respecto a las causas. Siempre he creído que la izquierda crece y se fortalece al tiempo que crece y se fortalece la educación no enciclopedista, la educación que en lugar de loros que repiten textos de memoria, produce gente con la capacidad, y el valor, de tener y sostener opiniones propias.
Personalmente, me ha costado largos años de vida deshacerme de los axiomas cuya aplicación justifica el estado de las cosas en esta tierra. Axiomas como "propiedad", "herencia", "competencia", "soberanía", "fronteras", "más apto", se aferraban a mi cabeza y evitaban los desahuciase de mi cerebro.
Tuve que reconstruir mi pensamiento lógico, revisar esos axiomas a la luz de los conocimientos que iba adquiriendo a través de la lectura y la experiencia. Tuve que resolver ciertas preguntas con respuestas que satisfacieran mi lado humanista.
Hoy día, si bien encuentro en internet personas que piensan de similar modo, que razonan, que humanizan su discurso, que creen que la palabra civilización es opuesta a la frase "supervivencia del más apto", sigo con poca fe en el futuro.
Sin embargo, leo tu post y sonrío y trato de seguir creyendo que alguna vez, más pronto o más tarde, se comenzará a transitar el camino de la utopía y al fin un ser humano tendrá derecho a tener una vida digna desde su nacimiento, independientemente de su "aptitud" para la supervivir en un determinado orden económico.
Un abrazo.
Eres optimista, desde luego, aunque ideologicamente me gustaria, yo creo que da igual quien gobierne porque el problema de fondo es el mismo siempre. Esto me recuerda un poco a cuando salio la famosa "Tercera Via" y ¿en que ha quedado? Tony Blair es un genocida. Dan igual las alternativas, por muchas elecciones que ganes en cuanto tomas el poder te das cuenta de que no mandas nada realmente y tus buenas intenciones quedan en nada, o sí, en capitalismo neoliberal. Sin empresas publicas no hay Estado y sin Estado los partidos son simples marionetas controladas por los que controlan el capital.
Hacerse el cuento de la lechera con alternativas ilusorias es alargar el sueño pequeño-burgués y solo nos desvia de lo que tenemos que hacer, que es continuar la lucha de clases aparcada hace 30 años por el sueño pequeño-burgues del que acabamos de despertar y que la partitocracia imperante no está por la labor de retomar. Hoy, es cuando la gente se empieza a dar cuenta que no son clase media sino baja... Pero eso es porque el español medio viaja poco (como mucho a su adosado de la playa, ese mismo por el que ahora se encuentra entrampado)
La "tercera via", en realidad, deberia ser la abstencion activa, no votar a ninguno y deslegitimarlos desde la base de la democracia que es el voto y señalarles con el dedo. Declararse antisistema y despertar a la gente del engaño en el que convierten su vida. Ser radical yendo a la raiz. Aunque se que es poco plausible que eso ocurra aqui, es el momento de la anarquia, más que el de la militancia. En Inglaterra, Grecia y Turquia ya ha ocurrido, pero aqui parece todo atado y muy bien atado, hay muchas ganas por alargar los dias de vino y rosas, pero la gente se engaña a si misma. Nuestra militancia deberia ser abrirle los ojos a la gente, reeducarla en valores democraticos. Una vez descubierta la farsa, ya se vería. Se hace camino al andar.
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