Con estas variables el futuro para el país resulta incierto, y por tanto el peligro de desestabilización de la zona es real. La clase dominante de Corea del Norte puede tener la tentación de huir hacia adelante y provocar un conflicto internacional de dimensiones incalculables, como modo de fortalecer la unidad interior desviando la atención de la población de los problemas reales que la agobian. Para EEUU por otra parte, este país pequeño y manejado por dirigentes agresivos fue y sigue siendo uno de los integrantes más calificados del bautizado por George Bush hijo como "Eje del Mal". También los norteamericanos y sus aliados coreanos del sur y japoneses pueden sentirse tentados de pasar cuentas con un régimen que desde los años cincuenta constituye una tenaz piedra en el zapato de la expansión capitalista en el Lejano Oriente, y al que la muerte de Kim II y su sucesión pone en graves dificultades. Técnicamente EEUU y Corea del Norte siguen en guerra, como lo prueban los numerosos y casi ininterrumpidos incidentes militares en la península coreana y aguas adyacentes. El polvorín está atestado de tropas y armas, basta conque alguien especialmente idiota o marcadamente criminal aplique una cerilla.
martes, 20 de diciembre de 2011
El esperpento monarco-comunista nordcoreano entra en una nueva etapa
Con estas variables el futuro para el país resulta incierto, y por tanto el peligro de desestabilización de la zona es real. La clase dominante de Corea del Norte puede tener la tentación de huir hacia adelante y provocar un conflicto internacional de dimensiones incalculables, como modo de fortalecer la unidad interior desviando la atención de la población de los problemas reales que la agobian. Para EEUU por otra parte, este país pequeño y manejado por dirigentes agresivos fue y sigue siendo uno de los integrantes más calificados del bautizado por George Bush hijo como "Eje del Mal". También los norteamericanos y sus aliados coreanos del sur y japoneses pueden sentirse tentados de pasar cuentas con un régimen que desde los años cincuenta constituye una tenaz piedra en el zapato de la expansión capitalista en el Lejano Oriente, y al que la muerte de Kim II y su sucesión pone en graves dificultades. Técnicamente EEUU y Corea del Norte siguen en guerra, como lo prueban los numerosos y casi ininterrumpidos incidentes militares en la península coreana y aguas adyacentes. El polvorín está atestado de tropas y armas, basta conque alguien especialmente idiota o marcadamente criminal aplique una cerilla.
viernes, 24 de abril de 2009
Julio Anguita en su orilla. Respuesta a Elisa Serna a propósito de un artículo de Javier Pradera

Evidentemente considero el artículo (no “articulito”, mal que le pese) de interés, de mucho interés, porque desvela algunos mecanismos mentales que mueven la personalidad y las acciones de un individuo, Julio Anguita, que ha ocupado un lugar destacado en eso que el profesor Ramón Cotarelo llamó en su día “el golpe de Estado difuso”, la conspiración que allanó el camino al poder de la derecha neofranquista española, entonces encabezada por José María Aznar. Y además lo hace dando referencias que permiten saber de dónde sacó originalmente Anguita esas ideas: de su adhesión a la ideología falangista primero, y después al más sobado de los estalinismos (falangista temprano y tardío leninista, ya sabe). Y naturalmente no puede menos que referirse a la cópula final de ambas ideologías en ese esperpento llamado “teoría de las dos orillas”, coartada ideológica mediante la cual Anguita y sus secuaces intentaron justificar su papel vicario en la “pinza” que llevó al PP al gobierno en 1996.
Y en fin, efectivamente el anticomunismo está completamente anticuado… tanto como los comunistas de estricta observancia, suponiendo que quede alguno tras la caída del Muro de Berlín y el conocimiento urbi et orbe de en qué consistía de verdad eso que fatuamente sus intelectuales orgánicos llamaban antaño “el socialismo realmente existente” (sic): tiranías, corrupción, mentiras, fracasos… todo eso que resume perfectamente la Cuba de los hermanos Castro, para entendernos.
Obviamente, mi respeto para todos los comunistas que en nombre de un ideal que sentían dentro de sí (y nada tenía que ver con lo “realmente existente”) se dejaron la piel luchando contra el fascismo, de Madrid a Stalingrado. Y también para cuantos como Javier Pradera, Jorge Semprún, Fernando Claudín, Jordi Solé Tura y tantísimos otros descubrieron un día que su ideal nada tenía que ver en realidad con el “socialismo realmente existente”, y obraron en consecuencia.
Es por todos ellos precisamente que me repugna el que Anguita se llame comunista. ¿Me entiende usted, doña Elisa Serna?.
La fotografía que ilustra este post muestra al ministro nazi de Exteriores, von Ribbentrop, recibiendo al Comisario del Pueblo para Asuntos Exteriores soviético, Molotov, en la estación de Anhalt (Berlín), el 12 de noviembre de 1940..
martes, 20 de enero de 2009
Putin va de caza

martes, 16 de octubre de 2007
El Ché en Badalona
