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sábado, 29 de mayo de 2010

Jazztel sabotea mi conexión a Internet


Jazztel ha vuelto a SABOTEAR mi conexión a Internet.


Acaban de llamar a las 18'35h de la tarde, y como casi siempre ponen la cinta con voz de hombre sudamericano: "Le informamos de que han mejorado las comunicaciones en el barrio..." Le grito al auricular: "¡Iros a la mierda, hijos de puta, hijos de puta!", y cuelgo de golpe. Segundos después mi conexión a Internet se corta. Es la tercera vez que ocurre en el último mes.


Esto es un delito, se llama SABOTAJE y lo cometen impunemente empleados de Jazztel.

jueves, 4 de diciembre de 2008

ETA: Asesinar el AVE, impedir la modernidad


A finales del siglo XIX y principios del XX, los caciques rurales de la España profunda se negaban a que los trenes pasaran por sus pueblos: "el tren traerá el comunismo", decían. Los neocarlistas etarras hacen suyo el razonamiento cavernícola y están dispuestos a lo que sea con tal de frenar la construcción de la llamada "Y vasca", es decir el proyecto de llevar el AVE al País Vasco.

Ocurre que el AVE tendrá la virtud de meter de modo irremisible la modernidad en las comunicaciones del País Vasco, integrándolo en un continuo ferroviario europeo que abarca de Copenhague a Sevilla; el "espléndido aislamiento" del pequeño y autárquico país con el que sueñan los descerebrados de ETA, quedará así fulminado para siempre el día que el tren de alta velocidad coloque a Euskadi en el mapa de las comunicaciones de Europa.

Ayer ETA asesinó a uno de los principales empresarios vascos comprometidos con la construcción de la "Y vasca". Mediante este crimen los etarras tratan de esparcir el mensaje mafioso de que quien participe ahí se juega la vida; puro chantaje gansteril al servicio de un objetivo inmundo y profundamente reaccionario. En ocasiones anteriores ya han recurrido al mismo método, pero el de ayer fue un acto de desesperación casi terminal ejecutado por un grupo de gente que ve mermar día a día su influencia social, y que teme perderla por completo en cuanto el AVE entre en funcionamiento.
La suya es una batalla perdida; no se puede cerrar el paso a la modernidad, como no se puede detener el mar con las manos. Por eso es aún más absurdo e inútil este nuevo crimen.