jueves, 22 de septiembre de 2011

El Faisán, desplumado



Finalmente se ha impuesto la cordura y la Audiencia Nacional ha enviado a la papelera el caso Faisán, ese invento jurídico-mediático fabricado por los medios ultraderechistas aparentemente para cazar a Rubalcaba. Al parecer, han fracasado en el intento. Laus Deo.

En realidad el llamado "caso Faisán" apuntaba mucho más allá de intentar echar a Rubalcaba del Ministerio del Interior primero (lo que no consiguieron en su momento) y de sacarlo de la carrera electoral ahora (que parece que tampoco lo lograrán), por haber cometido el doble pecado de ser el hombre que ha dejado a ETA en casi nada y atreverse a competir como candidato con Mariano Rajoy (desnudando de paso las insuficiencias clamorosas del pobre Mariano).  De manera más ambiciosa todavía que arrancarle la cabellera a Rubalcaba  -la avaricia rompe el saco, ya saben- lo que se pretendía con este artefacto hipócritamente leguleyo era cerrar la puerta a cualquier proceso de paz en el País Vasco antes de que el PP regrese al poder. Por cierto, como dice Rubalcaba, todos los etarras cuyos nombres se han relacionado con el llamado "caso Faisán" están detenidos.


El método de actuación es sencillo, y ya fue usado con éxito por los mismos cazadores en los años noventa. Se trata de acusar de complicidad con ETA a cualquiera que intente situar una parte de la solución del problema de la violencia en el País Vasco en términos políticos y sociales, o que en función de esos parámetros desempeñe alguna labor tendiendo puentes hacia soluciones realistas y duraderas del problema. Y si el interfecto es además policía, es decir funcionario del Estado, se dispara contra él con el calibre más grueso, a saber: la acusación de traición y complicidad con el enemigo. En ese sentido el "caso Faisán" es un compendio de tales salacidades fascistas, tan caras a la prensa madrileña derechista y al partido del que es nodriza, el PP de Mariano Rajoy, Aznar y compañía.

El vuelo gallináceo del Faisán ha acabado oficialmente. El escopetazo que le ha atizado la Audiencia Nacional al proclamar que no existe el más mínimo indicio de que mandos policiales de la lucha antiterrorista avisaran a etarras de detenciones inminentes, apremiando a continuación al juez instructor a que encuentre de una vez esos indicios o archive el caso definitivamente, deja a sus fabricantes con el trasero al aire. ¿Ustedes creen que se desdecirán? Ni lo sueñen. El hocico cada día más porcino de Soraya Saénz de Santamaría seguirá vomitando calumnias gratis en este y en otros asuntos, y El Mundo continuará inventando conspiraciones en las que menos marcianos hay de todo. Es su manera de entender la política, y al cabo para eso les pagan.

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