Resulta insufrible además de altamente peligroso para la democracia que los presuntos delincuentes “populares” tengan delante una panda de timoratos incapaces de hacerles frente. Me explico. Estamos viendo el despliegue brutal que está haciendo el Partido Podrido (PP) español para intentar conseguir, como explica hoy el genial Peridis en su chiste de El País, que los escándalos de la oposición desgasten al Gobierno. Y aunque el de Peridis sea un chiste gráfico, no es una broma: por escandaloso que sea, lo están consiguiendo.
Véase el caso de los pijos mallorquines peperos esposados “como vulgares rateros”. Ciertamente no son vulgares rateros, son algo mucho peor: unos verdaderos hijos de perra sin excusa, incomparablemente más ladrones que los rateros no sólo en cantidad (eso es obvio) sino en calidad, en la medida en que al apropiarse para sí y para su partido de fondos públicos (todo presuntamente, faltaría más) nos están robando a todos los contribuyentes a la vez. Pues bien, el PP ha conseguido que el Gobierno español se cague de miedo y sea incapaz de reaccionar de modo contundente ante semejante ofensiva. Véase como tristísimo ejemplo al subdelegado gubernamental en Mallorca, quien al grito de “¡yo no he sido!” anda buscando angustiosamente encontrar un cabeza de turco, alguien a quien poder enchufarle el muerto de la supuesta “decisión unilateral” de esposar a los detenidos por el caso Velódromo durante su conducción al juzgado. Por fortuna ha salido el Sindicato Unificado de Policía a poner las cosas en su sitio, pidiendo la dimisión del señor subdelegado por pretender un trato de favor para los chorizos peperos (presuntísimos, eso sí), lo que resultaría indecentemente discriminatorio en relación al modo habitual en el que se hacen las conducciones de presos.
¿Por qué no ha salido un cargo de Interior o la portavoz gubernamental a explicar que el procedimiento aplicado en este caso responde a la normativa vigente, y que los chorizos del PP no pueden aspirar a tener un trato legal diferente al que reciben el resto de los detenidos? Si no se ha de esposar a un chorizo sólo porque sea del PP, apaga y vámonos. O se esposa a todos los chorizos, o no se esposa a ninguno.
Una vez más queda patente que el zapaterismo le tienen pavor al Partido Podrido y a sus terminales sociales (la perrera mediática, la Iglesia, la patronal, los uniformados, etc). Y lo peor es que “ellos” lo saben, y en consecuencia se crecen y arman todavía más ruido. En cambio, las contadas ocasiones en las que se les hace frente con la razón y la fuerza de ley, se arrugan y huyen como ratas.
3 comentarios:
No sólo el zapaterismo, toda la sociedad les tenemos miedo porque ellos son los únicos honrados, ellos los únicos que tienen derechos. Los demás somos escoria. Cualquiera puede ser esposado menos un ciudadano de bien porque la bondad les viene del Supremo (de Dios me refiero, no del Tribunal coto privado de caza de Carlos Dívar)¿Y sabes de dónde les viene ese poder? De las urnas, se sienten avalados por las urnas. El poder se lo damos los mismos que estamos acojonados.
Lo malo es que hay trato de favor para delincuentes, y claro más, si son del PP.
Nos chulean -en sentido estricto: incluso se llevan nuestro dinero-, y encima se hacen las víctimas. Todo muy viejo pero enormemente eficaz, al menos en esta España de nuestros pecados.
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