domingo, 30 de enero de 2011

Barcelona retira el último símbolo civil franquista


El último símbolo civil del franquismo en Barcelona ha sido desmontado esta mañana. Trabajadores del Ayuntamiento de Barcelona han retirado la estatua de la Victoria (sic), en el cruce entre el Passeig de Gràcia y la avenida Diagonal. Se cumple así la Ley de la Memoria Histórica, liberando por fin a la ciudad de un infame y muy visible símbolo del oprobio al que fue sometida tras ser invadida por el Ejército fascista del general Franco en enero de 1939.

Centenares de personas han asistido al momento portando banderas republicanas. Muchos han aplaudido cuando la grúa ha levantado en el aire la figura, que por increíble que parezca seguía en su pedestal saludando al estilo fascista treinta y cinco años después de la muerte del criminal cuya victoria sobre su propio pueblo celebraba.

A muchos nos hubiera gustado que esa basura en bronce hubiera sido destruída allí mismo. Sin embargo parece que será relegada a un almacén del Museo de Historia de la Ciudad. Quizá el sitio más adecuado para ubicarla fuera alguna cloaca ciega o un basurero municipal.

Ahora, en Barcelona ya solo algunos edificios militares exhiben emblemas franquistas en sus fachadas. Veremos quién le pone el cascabel al gato y libera de una vez el paisaje urbano de gallinas coronadas, yugos, flechas y demás simbología fascista, habida cuenta lo que ha costado terminar con los símbolos colocados en mitad de la calle.

En la fotografía de El País que ilustra el post, banderas republicanas ondean mientras es levantado en el aire el símbolo fascista desmontado hoy en Barcelona.

6 comentarios:

Celemin dijo...

Lo importante Joaquim no son los símbolos (qué también. Lo importante es que, a base de TV y prensa, están creando nuevos fasciopensadores y exterminar eso va a ser bastante más complicado que poner una grúa.

Salud, ¡acabar con el fascismo es un deber moral!

Anónimo dijo...

Bueno, por lo menos se van reduciendo los símbolos.

En cambio en mi pueblo no hay manera, se pasan la Ley por el arco de la victoria. Con la excusa de que no hay un reglamento para desarrollarla, no quitan el nombre de José Antonio a un colegio, al parque municipal, dos monolitos conmemorativos del paso del cadáver del "Fundador" hacia El Escorial procedente de Alicante y más de 15 calles con nombres de militares y políticos golpistas, amén de la placa correspondiente de los caídos en la fachada principal de la iglesia.

Otra justificación: "mejor dejar las cosas como están que remover viejos fantasmas"

Pues nada seguiremos encontrándonos con Mola, Moscardó, Calvo Sotelo, García Morato,Matías Montero, etc.... entre otra fauna menor de ámbito local. (estos fantasmas no se remueven, levan más de 70 años bien asentados).

Martinico.

Joaquim dijo...

Cierto, Celemín, hay cosas mucho más importantes que los símbolos: precisamente todo eso que los símbolos simbolizan, y usted perdone la redundancia, amigo. Pero liquidar la exhibición pública de esos símbolos infames es también una manera (eficaz), de combatir el fascismo de los fascio rebuznantes.

Martinico, tu pueblo da un poquito de miedo, la verdad. A ver si cambiáis el Consistorio aprovechando las próximas municipales. Con ese callejero que tenéis, debe ser como vivir en un municipio donde haya la calle de Jack el Destripador, la plaza de Al Capone, el Colegio Público Atila, etc etc.

JMBA dijo...

Han retirado la estatua. Pero el monolito, ¿se queda en su lugar?. Porque si también lo quitan, habrá que rebautizar la "Plaça del Llapis"...

Saludos.

José María

Joaquim dijo...

José María, el ""llapis" (lápiz), es decir el obelisco, se queda. En realidad no tiene nada que ver con la estatua de la Victoria fascista, pues se levantó como parte del monumento a Pi i Margall y a la Primera República. Sostenía la estatua de la República que hoy está en la plaza Lluchmajor, en el distrito de Nou Barris, que fue apeada por los franquistas.

Desde hace muchos años al cruce entre Paseo de Gràcia y Diagonal se le llama "la plaça del llapis" (antiguamente, el Cinc d'Oros, Cinco de Oros, no sé por qué). Aunque lo más divertido según leía esta mañana en la edición Barcelona de El País, es que después de la guerra le llamaban "la plaza del loro" porque en la cima del obelisco los ocupantes pusieron un águila franquista que por la forma que tenía y vista de lejos recordaba un loro.

Un saludo cordial.

Joaquim dijo...

Por cierto, la plaza se llama oficialmente de Juan Carlos I. Hoy mismo se ha iniciado una campaña de recogida de firmas para que se le devuelva su nombre original y legítimo, que es plaza de Pi i Margall.

Hasta donde yo sé, el Ayuntamiento de Barcelona no está por la labor: ni el alcalde, ni el PSC ni IC quieren devolverle el nombre, más que nada porque sería hacerle un "feo" al señor Borbón y Borbón.

Sería patético que un muy posible Ayuntamiento gobernado por CiU con apoyo de ERC restaurara el nombre original solo por tocar las narices a "Madrid", ya que a ellos Pi i Margall (republicano federal y socialista utópico, nada nacionalista)en el fondo les da bastante repelús.