jueves, 13 de mayo de 2010

Obama le pone la soga al cuello a Zapatero



La brutalidad de las medidas "de ahorro" anunciadas ayer por Zapatero -y rechazadas expresamente por el presidente español hasta el fin de semana pasado-, muestra a las claras la situación de subordinación de la economía capitalista en este inicio de milenio a los dictados de los "mercados", esa Santa Alianza integrada por la Reserva Federal yanqui, los especuladores bursátiles y las narcofinanzas de la que hablaba en mi post anterior.

Las medidas anunciadas son profundamente antisociales pero sobre todo inútiles, en la medida en que el ahorro que proporcionan es el del chocolate del loro. Su virtualidad es otra, ya que en sí mismas constituyen la prueba de la rendición del gobierno español a los intereses de más allá del Atlántico. No en vano acaba de anunciarlas Zapatero apenas pasadas 24 horas de una llamada telefónica del "progresista" Obama en la que le conminaba a tomar medidas que "calmaran a los mercados". Con todo hay un motivo de esperanza, pues si la actitud de Zapatero ha sido servil, la de Obama resulta desesperada. Explicaré el por qué.

La Santa Alianza ha encajado dos duras derrotas en pocos días. La semana pasada reaccionó por fin la Unión Europea, y se aprestó a defender el euro. Los gobiernos europeos acordaron hacer caja común para resistir la agresión. Pésima noticia por tanto para quienes adoran al dios dólar e intentan imponer su ley a sangre y fuego en los "mercados" y fuera de ellos. La segunda mala noticia les llegó este pasado domingo: el desastre electoral del gobierno alemán ocurrido en las elecciones de Renania del Norte-Westfalia, el Estado alemán más poblado e industrial (y por tanto, con mayor población de clase trabajadora). El lunes, a las pocas horas de cerrados los colegios electorales, la canciller Merkel anunciaba públicamente que había recibido el mensaje de los electores, y que no habría bajada de impuestos; implícitamente estaba renunciando con ello a realizar recortes sociales en la dirección de desmantelamiento del Estado de bienestar alemán, que es la política que la Santa Alianza propugna para Europa.

La fronda de delincuentes financieros internacionales con sede en Wall Street reaccionó rápido, atacando al eslabón de la Zona Euro sino más débil, si más expuesto: España. Fue en ese contexto que el martes se produjo la llamaba coercitiva de Obama a Zapatero, con los resultados inmediatos que acabamos de conocer. Es por eso que digo que estos bandidos andan desesperados: buscan cuellos fáciles donde morder, porque las piezas grandes empiezan a estar fuera de su alcance.

Y sin embargo Zapatero ha levantado los brazos y se ha bajado los pantalones. La realidad es que se trata de un puro gesto, mediante el cual el presidente da a entender a los "mercados" que está dispuesto a colaborar en la destrucción del Estado del bienestar español. Fíjense que hace apenas un año los próceres del mundo hablaban de "refundar el capitalismo" y de la "urgente necesidad de establecer medidas de regulación de los mercados"; hoy, jefes de gobierno como Zapatero se ponen con el culo en pompa ante esos mismos "mercados", convertidos en sala de máquinas de un sistema que continúa pendiente de ser"reformado", al tiempo que rechazan toda posibilidad de "regularización", es decir, de ser sometidos al más mínimo control. A esto hemos llegado.

Y en fin, digo que es un gesto simbólico porque los quince mil millones de euros que el gobierno español ahorrará, a un costo social estratosférico (va a poner en pie de guerra frente a él a funcionarios, jubilados, pensionistas y a las administraciones autonómicas y locales), son verdaderamente el chocolate del loro; pensemos que Grecia, un país con un peso estadístico cinco veces inferior a España, va a necesitar alrededor de cien mil millones de euros para parchear su economía.

El verdadero ahorro, el que reportaría ingresos útiles sin tocar el débil Estado del bienestar español, sería cesar de una vez por todas la malversación de fondos públicos, cortando de raíz dos sangrías reales: la financiación estatal directa e indirecta con cargo a los Presupuestos Generales del Estado que perciben la Iglesia católica y sus ramificaciones en la enseñanza y la asistencia social, y el sobredimensionamiento del Ejército español, cuyas plantillas se hallan históricamente hinchadas en cuanto al número de oficiales que las integran, amén de vivir embarcadas en un turismo bélico por el que desde el chusquero al general perciben unos emolumentos desorbitados por pasar temporadas en zonas de conflicto en las que nada se le ha perdido a España; cada soldado español en Afganistan nos cuesta alrededor de sesenta millones anuales de las antiguas pesetas.

Pero por encima de todo, queda el escándalo de que en este país únicamente pagan impuestos -y por tanto, solo contribuyen directamente a las arcas del Estado- aquellos que cobramos por nómina. Los demás, del fontanero por libre al especulador bursátil, viven en negro. Ahí tiene Hacienda verdaderas minas recaudatorias, en las que sin embargo no interviene ¿Por qué?. Y en fin, es sabido que España es probablemente el único país del mundo en el que los empresarios declaran un promedio de ingresos anuales inferior al que perciben los asalariados: una vergüenza mundial, simplemente. En sus ya famosas medidas de austeridad, Zapatero anuncia como cierre que se "estudiará" una posible subida de impuestos para las rentas más altas; todos sabemos que no la habrá, y que se trata simplemente de una cucharadita de azúcar para dulcificar el saqueo de salarios y pensiones que nos acaba de prometer a los trabajadores. Casi de inmediato se ha apuntado al carro el gobierno catalán, que por boca de su inefable conseller de economía, el señor Castells, acaba de anunciar esta mañana que la Generalitat "estudiará" subir un punto, del 7 al 8%, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales; otro que se piensa que nos va a engañar echando un poco de sacarina en el café más amargo que nos han servido desde que murió Franco.

La buena noticia final es que gracias a todo este despliegue de medidas antisociales, la carrera política de Zapatero está acabada. Sólo resta saber cuándo se irá.

En la imagen, un cartel que hoy resulta un sarcasmo.

6 comentarios:

Celemin dijo...

Se puede decir más alto pero no mejor. Gracias por explicar lo que llevo dos días intentando hacer yo y con el cabreo y el tumulto de ideas se me ha ido por la tangente intelectual.

Gracias de nuevo, Joaquim.
Salud, república y más escuelas

Anónimo dijo...

Yo no estaría tan seguro de que la carrera de zp está acabada ... ¿no veis los comentarios de la gente, por ejemplo en el blog de manolo saco? Si algunos lo justifican diciendo que no ha tenido más remedio, y uno incluso ha soltado que en Rumania, ¡van a cerrar 150 hospitales! (que estemos contentos aquí, vaya).

Además .. si se va zp, y se pone otro, ¿qué mas da? Los van a votar igual, para que hagan lo mismo. Como he dicho en los blogs de Público (donde he visto el enlace de Celemin a tu blog), ojalá en España pasara como en Alemania: allí (o aquí, que es donde vivo), la cdu y el spd, han pasado de tener entro los dos un 85% de los votos en el 50ytantos, a un 40ytantos en las últimas elecciones ... ya me gustaría a mí que en españa el ppsoe solo tuviera el 40% de los votos (y de los diputados) ...

Un saludo.

groucho

Joaquim dijo...

Gracias a vosotros.

De todos modos, después de leer el artículo que publica hoy Vicenç Navarro en Público, a uno le entran ganas de cerrar el blog. Fíjense que clarito explica con datos objetivos cómo nos están mitiendo como bellacos acerca de las causas de la crisis actual en los países mediterráneos -el supuesto derroche en gasto social- cuando el problema que padecemos es exactamente el contrario.

¡Y que este hombre no tenga responsabilidades de gestión económica, habiendo tanto payaso/a al frente de áreas sensibles!

blogs.publico.es/dominiopublico/2013/lo-que-no-se-dice-de-la-crisis

Joaquim dijo...

Bueno, para los perezosos que les cueste cortar y pegar el enlace, les dejo aquí el artículo completo. Que aproveche:

Lo que no se dice de la crisis

13 May 2010

VICENÇ NAVARRO

La crisis que están viviendo algunos países mediterráneos –Grecia, Portugal y España– e Irlanda se está atribuyendo a su excesivo gasto público, que se supone ha creado un elevado déficit y una exuberante deuda pública, escollos que dificultan seriamente su recuperación económica. De ahí las recetas que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo (BCE) y el Consejo Europeo han estado imponiendo a aquellos países: hay que apretarse el cinturón y reducir el déficit y la deuda pública de una manera radical.

Es sorprendente que esta explicación haya alcanzado la dimensión de dogma, que se reproduce a base de fe (el omnipresente dogma liberal) y no a partir de una evidencia empírica. En realidad, ésta muestra lo profundamente errónea que es tal explicación de la crisis. Veamos los datos.

Todos estos países tienen los gastos públicos (incluyendo el gasto público social) más bajos de la UE-15, el grupo de países más ricos de la Unión Europea, al cual pertenecen. Mírese como se mire (bien gasto público como porcentaje del PIB; bien como gasto público per cápita; bien como porcentaje de la población adulta trabajando en el sector público), todos estos países están a la cola de la UE-15. Su sector público está subdesarrollado. Sus estados del bienestar, por ejemplo, están entre los menos desarrollados en la UE-15.

Una causa de esta pobreza del sector público es que, desde la Segunda Guerra Mundial, estos países han estado gobernados la mayoría del periodo por partidos profundamente conservadores, en estados con escasa sensibilidad social. Todos ellos tienen unos sistemas de recaudación de impuestos escasamente progresivos, con carga fiscal menor que el promedio de la UE-15 y con un enorme fraude fiscal (que oscila entre un 20 y un 25% de su PIB).
Son estados que, además de tener escasa sensibilidad social, tienen escaso efecto redistributivo, por lo que son los que tienen mayores desigualdades de renta en la UE-15, desigualdades que se han acentuado a partir de políticas liberales llevadas a cabo por sus gobiernos. Como consecuencia, la capacidad adquisitiva de las clases populares se ha reducido notablemente, creando una economía basada en el crédito que, al colapsarse, ha provocado un enorme problema de escasez de demanda, causa de la recesión económica.

(primera parte)

Joaquim dijo...

Es este tipo de Estado el que explica que, a pesar de que su deuda pública no sea descomunal (como erróneamente se presenta el caso de Grecia en los medios, cuya deuda es semejante al promedio de los países de la OCDE), surjan dudas de que tales estados puedan llegar a pagar su deuda, consecuencia de su limitada capacidad recaudatoria. Su déficit se debe, no al aumento excesivo del gasto público, sino a la disminución de los ingresos al Estado, resultado de la disminución de la actividad económica y su probada ineficacia en conseguir un aumento de los ingresos al Estado, debido a la resistencia de los poderes económicos y financieros.

Por otra parte, la falta de crédito se debe al excesivo poder del capital financiero y su influencia en la Unión Europea y sus estados miembros. Fue la banca la que, con sus comportamientos especulativos, fue creando burbujas que, al estallar, han generado los enormes problemas de falta de crédito. Y ahora están creando una nueva burbuja: la de la deuda pública. Su excesiva influencia sobre el Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (este último mero instrumento de la banca) explica las enormes ayudas a los banqueros y accionistas, que están generando enormes beneficios. Consiguen abundante dinero del BCE a bajísimos intereses (1%), con el que compran bonos públicos que les dan una rentabilidad de hasta un 7% y un 10%, ayudados por sus agencias de cualificación (que tienen nula credibilidad, al haber definido a varios bancos como entidades con elevada salud financiera días antes de que colapsaran), que valoran negativamente los bonos públicos para conseguir mayores intereses. Añádase a ello los hedge funds, fondos de alto riesgo, que están especulando para que colapse el euro y que tienen su base en Europa, en el centro financiero de Londres, la City, llamada el “Wall Street Guantánamo”, porque su falta de supervisión pública es incluso menor (que ya es mucho decir) que la que se da en el centro financiero de EEUU.

Como bien ha dicho Joseph Stiglitz, con todos los fondos gastados para ayudar a los banqueros y accionistas se podrían haber creado bancos públicos que ya habrían resuelto los problemas de crédito que estamos experimentando (ver mi artículo “¿Por qué no banca pública?”, en www.vnavarro.org).

En realidad, es necesario y urgente que se reduzca el sobredimensionado sector financiero en el mundo, pues su excesivo desarrollo está dañando la economía real. Mientras la banca está pidiendo a las clases populares que se “aprieten el cinturón”, tales instituciones ni siquiera tienen cinturón. Dos años después de haber causado la crisis, todavía permanecen con la misma falta de control y regulación que causó la Gran Recesión.

El mayor problema hoy en la UE no es el elevado déficit o deuda (como dice la banca), sino el escaso crecimiento económico y el aumento del desempleo. Ello exige políticas de estímulo económico y crecimiento de empleo en toda la UE (y muy especialmente en los países citados en este artículo). No ha habido una crisis de las proporciones actuales en el siglo XX sin que haya habido un crecimiento notable del gasto público y de la deuda pública, que se ha ido amortizando a lo largo de los años a base de crecimiento económico. EEUU pagó su deuda, que le permitió salir de la Gran Depresión, en 30 años de crecimiento. El mayor obstáculo para que ello ocurra en la UE es el dominio del pensamiento liberal en el establishment político y mediático europeo, imponiendo políticas que serán ineficientes, además de innecesarias. Y todo para asegurar los beneficios de la banca. Así de claro.

Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y profesor de Public Policy
en The John Hopkins University

(segunda parte, no cabía entero en un único comentario)

Anónimo dijo...

Creo que aún no había escrito nada en tu estupendo blog. Como dice Groucho: vale, se acaba Zp... ¿y? El equipo de márketing electoral dirá que su pecado era su "radicalismo" y que hay que centrarse (?) más.

Dentro de mi ingenuidad, quiero tener esperanza en algo... pero no veo nada.

platon