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domingo, 6 de mayo de 2007

Francia gira un poco más a la derecha


La Tribune de Geneve publica la encuesta a pie de urna de las 18'30h, que ofrece un resultado claro: Sarkozy 53'50%, Royal 46'50%. La victoria de Nicolas Sarkozy parece clara, como se preveía.

Francia gira un poco más a la derecha. Ni todo el "charme" de la señora Royal, ni su "giro al centro" a la búsqueda de los votos de Bayrou, ni el "inestimable" apoyo de Arlette Laguillier (1'50% de los votos en la primera vuelta) y el PCF (2'90%), le han servido a Ségolène Royal para alzarse con la presidencia. Esfuerzo inútil.

En todo caso, si para algo han servido estas elecciones, ha sido para demostrar que hay una Francia popular y de izquierdas (en toda la extensión variopinta del concepto) esperando un cambio. Un cambio real, que vaya a la raíz de los problemas, no un cambio de maquillaje y rizo de pestañas.

Para la izquierda francesa es pues hora de volver a hacer política, después de haber ensayado el show mediático con una candidata que parece un cruce entre Hillary Clinton y el Zapatero del año 2000. Es hora de que el PS vuelva a presentarse ante los electores con políticas de izquierdas, y no con señoras encantadoras.

Si son ustedes de izquierdas (no "progresistas": de izquierdas), les aconsejo seguir en los días próximos los blogs de Lionel Jospin y de Jean Luc Mélenchon. Seguro que sus análisis no tendrán desperdicio.

jueves, 19 de abril de 2007

Siempre en Toulouse


Et malgré tout, maintenant Ségolène.

Por eliminación. Porque apoyar cualquier otra opción de izquierda es tirar el voto y favorecer la victoria de la derecha neocon yanquizante que encarna Sarkozy.

Porque el Partido Socialista, con todas sus contradicciones, es el único partido de izquierdas vivo en Francia. Lo demás es griterío o silencio.

Porque aunque no sea exactamente uno de los nuestros, Ségolène pertenece a los nuestros.

Porque Tolosa de Languedoc sigue siendo nuestra eterna Toulouse la Roja y desde ella cualquier sueño es posible, incluido el de que Ségolène Royal llegue a ser una buena presidenta.

Alors, maintenant Ségolène.