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jueves, 9 de octubre de 2008

Un nuevo escáner de control desnudará a los pasajeros en los aeropuertos


Un nuevo y delirante ataque a la privacidad de los ciudadanos está a punto de instalarse en todos los aeropuertos del mundo. Tras un tiempo de pruebas oficialmente limitado a los aeropuertos estadounidenses de Phoenix y Dallas (en realidad, parece que se han hecho pruebas secretas en muchos más), un escáner que proyecta imágenes virtuales de los pasajeros sin ropa comenzará a operar en breve. Su supuesta utilidad se ciñe, dicen, a la "detección de artículos peligrosos" como armas y explosivos adosados al cuerpo del sujeto examinado.

El pasajero es encerrado en un pequeño cubículo y sometido a una especie de aparato de rayos X evolucionado, que transmite una señal hasta una habitación situada a unos metros desde donde un policía o vigilante la visualizará en un monitor, ajustando la resolución de la pantalla de modo que pueda observar a la persona escaneada sin ropa haciendo visibles incluso sus partes genitales. Es importante remarcar que el operador del escáner tendrá en su mano el hacer oscilar a voluntad la concreción de la imagen entre la pura silueta del contorno del cuerpo humano y la definición detallada de su superficie.

En un principio, será opcional y por tanto decisión del pasajero ser escaneado o revisado por otros métodos (arco detector, cacheos, paleta electrónica...). Obviamente, y tras ir domeñando la previsible resistencia inicial ciudadana, el escáner terminará por convertirse en obligatorio.

Para la abogada especialista en derecho civil estadounidense, Shelby L. Babosky, "todo esto se trata de una violación a los derechos del público". El eurodiputado catalán Ignasi Guardans se ha manifestado en el mismo sentido, considerando intolerable esta nueva agresión contra la intimidad de las personas.

Se trata en suma de la implantación de un nuevo método de control social extremadamente fascista que deja en mantillas todo lo conocido hasta ahora, y que obviamente será aplicado en otros espacios públicos en cuanto se haya conseguido el consenso social o la resignación de la ciudadanía ante su uso.
La imagen que ilustra este post fue tomada con uno de esos escáneres de pruebas en el aeropuerto de Dallas (EEUU).