jueves, 17 de marzo de 2011

Las penas de un viajante de comercio. Una carta de Lanaja a Barcelona fechada en 1820



El lunes pasado recibí en casa un tesorito que compré hace unos días en una subasta de Internet.

Se trata de una carta fechada el 11 de octubre de 1820. La carta está escrita en Lanaja (en La Naja, dice), provincia de Huesca, por un señor llamado Manuel Lasala y va dirigida a su "querido amigo" y al parecer jefe en Barcelona, Joseph Brufau y Piqué "del Comersio" (sic).

La carta es prefilatélica, y no tiene por tanto sello de correos (no se comenzaron a usar hasta el reinado de Isabel II, sobre 1840 o 1850). Va dirigida como digo a un tal señor Brufau y Piqué "en Barselona" por "Saragosa y Lleida". Seguramente la debió transportar alguien en mula de Lanaja a Zaragoza, y desde allí en diligencia hasta Barcelona.

Primera sorpresa: está escrita en catalán. Y en un catalán prenormativo, lógicamente, lleno de resonancias antiquísimas y con algunos términos de cuyo significado no tengo ni idea. La caligrafía es buena, de alguien acostumbrado a escribir para que le entiendan.

Segunda sorpresa: del contenido se deduce que su autor debía ser una especie de viajante de comercio que da cuenta al "Amich Carido" (amigo querido) de sus desgracias por tierras oscenses. Y es que al parecer el pobre hombre aterrizó en aquellos lares en una época poco apropiada para vender nada. Dice Lasala que los najinos "No quieren comprar ni un poco de grano, ni caro ni barato" (traducido por mí del catalán). Y sigue textualmente " "lo quadern de las comandas de La Naja diu el Sr. Ynasio que fara costat ab tot lo que puga pero que no es tems de aixo que vol tems y pasiensia ara tots son per les aldeias sambran com lo samante es lo que no ses vist de bo sembran de nit i dia no tornan en casa en tota la samana".(sic). La traducción es: "con el cuaderno de los pedidos de Lanaja dice el señor Ignacio que ayudará en todo lo que pueda pero que no es tiempo de eso, que necesita tiempo y paciencia, ahora todos están por las aldeas sembrando la simiente, es lo que nunca se ha visto, siembran de día y de noche y no regresan a casa en toda la semana".

En la misiva se mencionan de pasada otras poblaciones de la zona como "Panijalba", "Guesca" y "St. Garren", por las que el pobre Lasala había pasado o pensaba visitar en breve. Se refiere seguramente a Peñalba, Huesca y Sangarrén.

Acaba la narración de forma tragicómica, ya que en sus últimas líneas el redactor dice literalmente que (en mi traducción): "Mi desgracia me ha transtornado y perjudicado y no tiene remedio. Dios lo quiere, cúmplase Su Voluntad".

En resumidas cuentas, a través de la carta Lasala se está disculpando ante el "amich Brufau" de que no haber conseguido un solo pedido en Lanaja ni al parecer en todas las poblaciones oscenses que había visitado.

Divertido y curioso ¿no les parece?.

En la imagen que ilustra el post, azulejos populares catalanes de los siglos XVIII-XIX representando diferentes faenas que se realizaban en el campo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante.
Como para mandarle una copia a aquel periodista de Huesca que, en una rueda de prensa del entrenador de fútbol del Girona, se molestó porque este habló en catalán ( ante una pregunta en el mismo idioma )

Joaquim dijo...

Es que por muchos tractores que se hayan introducido en el campo español, "Anónimo", aún quedan algunos borricos ejerciendo. Y en los llamados "medios informativos", ni te cuento.