Verán, un servidor no entiende ni papa de flamenco, es más, el flamenco es un tipo de música que me aburre bastante. Me gusta oír hablar a Enrique Morente, quizá por su compromiso social, y la calidad de las letras que canta (los mejores poetas andaluces: así cualquiera), y en fin, intento seguir a los catalanoandaluces como Maite Martín, Poveda y otra gente, que están creando un flamenco catalán que en quince o veinte años será como nuestro jazz y se exportará muy lejos.
Hay, había, sin embargo, un cantaor que me pone los pelos de punta. Naturalmente, es Camarón. Un día me estaba afeitando y en la radio pusieron una grabación de Camarón cantando una letra suya sobre la agonía de su padre, y paré la maquinilla de afeitar y me quedé con ella en suspenso en el aire hasta que acabó. Otra mañana de hace dos o tres años, en otro programa de radio pusieron entera una cinta de casette grabada por el dueño de una venta de carretera, donde una noche de hace más de cuarenta años un jovencillo Camarón improvisó lo que los jazzman llaman una "jam session", una inenarrable sucesión de temas cantados o mejor dicho, raspados y escupidos por Camarón. La calidad técnica de la grabación es ínfima, de fondo se oye el entrechocar de los vasos, las toses de los asistentes, y el paso de camiones por la carretera, pero todo eso sólo sirve para darle aún mayor fuerza al efecto tremendo del fraseo de Camarón, a esa dicción suya cantando, al color y la calidad de esa voz única a la que el alcohol, el tabaco y las madrugadas sólo lograron mejorar año a año.
Lo que más me gusta oírle cantar a Camarón es "La leyenda del tiempo". Pienso que García Lorca la escribió para él, décadas antes de que naciera este gitano raro y distante, misterioso y reconcentrado, porque sólo Camarón fue capaz de cantarla como es debido, como un verdadero gitano de romance lorquiano, uno de esos que iban cortando limones junto a las acequias mientras la Guardia Civil seguía sus pasos naranjero en mano. A mí no me gusta el flamenco, a mí me gusta Camarón.
La letra de "La leyenda del tiempo" es puro Federico. La vida y la muerte se entrelazan y unen en ella en un vértigo sobrecogedor de imágenes, que celebran el instante de luz que es la vida flotando sobre la negrura sin fin de la muerte.
Aquí tienen el enlace a la grabación de
La leyenda del tiempo colgada en You Tube.
Y esta es la letra:
El sueño va sobre el tiempo
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño.
El tiempo va sobre el sueño
hundido hasta los cabellos.
Ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo.
Sobre la misma columna
abrazados sueño y tiempo
cruza el gemido del niño
la lengua rota del viejo.
Y si el sueño finge muros
en la llanura del tiempo
el tiempo le hace creer
que nace en aquel momento.