Cuando acaba de ponerse en marcha la nueva ley Antitabaco, substancia a la que se achacan todos los males del mundo, incluido el déficit de los servicios sanitarios, resulta que un estudio reciente acaba de relacionar, por primera vez, los gases de combustión emitidos por los coches con la mortalidad en una gran ciudad, en este caso Madrid.
El estudio confirma algo que sospechábamos muchos que sin ser tener el más mínimo conocimiento de medicina, tampoco somos idiotas. Literalmente la entradilla de la noticia en El País dice: "Un estudio relaciona las emisiones de los coches con enfermedades circulatorias". Explica a continuación que "las partículas PM2,5 están en el aire que se respira en Madrid y son muy dañinas, incluso más de lo que se pensaba hasta ahora. Un estudio recién publicado relaciona los niveles altos de contaminación por estas diminutas partículas en suspensión (llamadas PM2,5 porque miden menos de 2,5 micras de diámetro) que generan los motores diésel con la mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio". Los autores del estudio "demuestran mediante un análisis estadístico que se producen más muertes por infartos, cardiopatías isquémicas e ictus cuando la contaminación es más alta. Y su conclusión es clara: reducir los niveles de PM 2,5 en la capital es "una necesidad acuciante".
Pues ya ven. Y mientras tanto, nuestro encantador Gobierno español subvencionando a fondo perdido durante años la compra privada de chatarra rodante y contaminante (Plan Renove); es decir, malversando fondos públicos en arruinarnos la salud.
"La contaminación es un factor de riesgo cardiovascular muy importante", dice en esa misma noticia el señor Antonio Gil Núñez, miembro del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología. Las partículas que se inhalan, explica, provocan inflamación, lo que incrementa el riesgo de enfermedades vasculares. "Aumenta la propensión a que se produzcan trombosis", añade. "Lo más importante es que se puede prevenir. Las autoridades deben saber que si mejora la calidad del aire tendremos menos muertes", concluye.
Para lograrlo habría que cambiar las leyes al respecto, porque está claro que las existentes sólo defienden los intereses de los dueños de la industria automovilística y afines. Según Gil Núñez, los máximos que permite la directiva europea sobre la materia "son simplemente inaceptables desde el punto de vista de la salud pública". Pero qué importa la salud, cuando lo que está en juego son los beneficios de petroleras y fabricantes de coches, amén de los substanciosos ingresos que vía impuestos indirectos sobre los carburantes perciben los gobiernos.
Y es que por encima de cualquier otra consideración hay que seguir generando beneficios privados, ya saben. Así funciona el capitalismo, perdón, la economía libre de mercado.
En la fotografía que ilustra el post, tráfico en una calle de Madrid.
3 comentarios:
Como tu bien dices, amigo Joaquim, eso ya lo suponíamos. Si hasta una analfabeta intelectual como la Botella ha cambiado de sitios los testigos que leen la contaminación llevándoselos a las afueras de la ciudad y colocándolos en zonas verdes, es por algo.
Lo que pasa que por que una pulmonía sea peor que una neumonía (eso creo), no podemos dejar de medicanos para curarla.
Eso sí, que el capitalismo sea lo primordial, que los mercados estén contentos y que la madre que los parió a todos, eso que no falte. Sino los ricos no morirán contentos, ni los pobres de cancer de pulmón.
Un saludo y un año lleno de cosas buenas para ti, amigo.
Sí que es creativa la señora Botella...
Un abrazo e igualmente, salud y suerte -que también va a hacer falta- para tí en este año que acabamos de estrenar.
Joaquim, por regla general me deja Ud. asombrada por la claridad y lo didáctico de sus comentarios; hoy su análisis no me convence; creo que el plan Renove además de ayudar a la industria automotriz que tantos puestos de trabajo genera, contribuye a,precisamente, renovar el parque móvil buscando que los coches que circulen sean menos contaminantes, lo que a mediano plazo se irá tendiendo a que los coches que se beneficien en exclusiva de este tipo de planes sean los coches híbridos.
Me parece que lo que lleva a que la contaminación de las ciudades sea alarmante es el uso irracional que se hace de los coches, la poca conciencia que se tiene y el individualismo extremo de los habitantes; no por ir solos en un coche vamos a llegar antes, pero claro, mejor estresados en un atasco que mezclados y oliendo humanidad en el transporte público.
Espero no le moleste que disienta.
Un saludo
R.E.G.S.
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