Ayer oí por dos veces a dos personas distintas explicar, una vez en televisión y otra en la radio, qué son las operaciones "a corto plazo" (sic) que acaba de prohibir por ¡15 días! el Gobierno ultracomunista que nos oprime en España, al decir de los adalides de los mercados y sus defensores mediáticos en la onda del Partido Popular.
El famoso "corto plazo" en operaciones bursátiles es simplemente, la mayor estafa financiera aunque legal que posiblemente se haya inventado nunca. Se trata de que el banco A ofrece a otra institución, llamémosle B, la venta de unas acciones a un precio determinado. El detalle está en que el banco A no tiene esas acciones que ofrece, por lo cual se las ha de comprar a la entidad C que sí las tiene, usando para ello el dinero que B le ha adelantado para la operación. ¿Qué hace A antes de cerrar la operación? pues reventar el mercado, manipulándolo, para poder adquirirle a C las acciones al precio más bajo posible, siempre muy inferior al pago que ha obtenido de B.
Como verán el granuja que inventó este procedimiento no tenía una gran imaginación. Lo que seguramente sí debía tener es una gran capacidad para corromper a los "guardianes de los mercados", de lo contrario no me explico cómo se logró en su momento autorización pública para este tipo de operaciones, legales sobre el papel pero fraudulentas como pocas, y peor aún, absolutamente irresponsables, ya que deterioran por completo el sistema financiero de un modo probablemente irreversible. Eso sí, las plusvalías que se generan por este medio son ciertamente fabulosas. Por cierto, esta práctica está completamente prohibida en otros países europeos desde hace algún tiempo.
Bien pues ¿saben ustedes quiénes son los mayores beneficiados en España por esta clase de operaciones? Lo oí en RNE: el Banco de Santander y el BBVA. Como lo leen. Resulta que las dos mayores corporaciones bancarias españolas se dedican a reventar los mercados financieros patrios haciendo caer en vertical los precios de las acciones que les interesa adquirir lo más bajo posible; qué métodos deben emplear para conseguirlo es una cuestión que tampoco deja mucho margen a la imaginación.
En el Código Penal español hay una figura tipificada que define perfectamente esa clase de actuaciones: "Maquinación para alterar el precio de las cosas". ¿Por qué no se les aplica a estos sinvergüenzas? Es una pregunta retórica, claro: tampoco hay que ser muy listo para comprenderlo.
5 comentarios:
Desde que conseguí entender lo que son las "posiciones cortas", me parece que sería sano para todos prohibirlas.
En principio se idearon como "seguro" para el valor de una cartera de valores. Se trata de operaciones "al descubierto" o apalancada, es decir, yo (todo sólo como ejemplo) ordeno vender un millón de acciones de A (que no tengo). Sólo tengo que desembolsar el 5 ó 10 % de su valor. Hoy se venden a 10 euros, luego desembolso 500.000 euros (por ejemplo).
Si en tres días han bajado a 9 euros, deshago la posición (es decir, se compran de nuevo las acciones) y se hace la liquidación. En ella yo habré ganado un millón de euros (menos las comisiones y demás).
Claro que, si suben, al deshacer la posición debo desembolsar el resto de lo que debía (más las comisiones), y habré perdido pasta.
El problema es cuando hay muchos actores que "sólo" juegan a posiciones cortas, y con grandes capitales. Porque no es que se aprovechen de una bajada, sino que la provocan.
Si las posiciones cortas sobre una acción, de un único tenedor, supera un porcentaje mínimo (el uno o dos por cierto, no sé exactamente) del total de capital de esa acción, se está obligado a informar a la CNMV.
He abogado muchas veces por erradicar estos instrumentos financieros del diablo (http://jmbigas.blogspot.com/2010/11/el-ataque-de-los-mercados.html, por ejemplo).
Cuanto más se entiende de estas cosas, más repugnancia se siente por los límites inexistentes de la codicia humana.
Un saludo, Joaquim.
Ah, por cierto, no necesariamente son los Bancos que dan la cara los que se benefician de estas maquinaciones. Habitualmente actúan en nombre de alguno de sus clientes.
Sí se llevan las comisiones y demás, claro.
Un saludo.
En Barcelona tenemos un buen ejemplo de defensor de la especulación y el juego de la bolsa. Poco menos que defiende que quien no se hace rico es porquè no quiere. Se trata de Josef Afram y curiosamente explota esta faceta al mismo tiempo que la, aparentemente contradictoria, de deportista de élite, altruista, compañero solidario etc.
Eso sí, va de imagen alternativa y original, y sobre todo de atleta mediático, muy mediático. Imparte cursos para "sacar provecho de la volatilidad" bursatil.
Todo ello en una misma página Web: la de sus presuntas hazañas deportivas y sus andanzas de broker.
Su máxima, en el deporte, es que "no existen límites" ¿ tampoco en la ética ?
Que curioso....
http://josefajram.es/
Como decía el genial El Roto en uno de sus chistes-reflexiones: "Pero cómo va a ser delito maquinar para alterar el precio de las cosas, si ESO precisamente es el sistema"
luchino.
Todo esto pasa por comprar y vender cosas no tangibles y que nadie puede controlar. Si tu no puedes ir al mercado a vender una gallina que no tienes, porqué puedes ir a vender opciones de compra de cereales, acciones que no tienes o el sexo de los ángeles.
La especulación tiene la ventaja de que produce buenos beneficios y nulas gravaciones fiscales y de ahí su éxito.
Mejor que prohibirlas es grabarlas con el 10 o el 20%. Se acababan por si solas.
Salud
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