sábado, 5 de marzo de 2011

Las golondrinas vuelan sobre Río Bravo


Hay canciones que son himnos. Una de ellas es "Las golondrinas". Por encima de Río Bravo (al que los estadounidenses llaman Río Grande), en los grandes territorios de América del Norte que fueron del Imperio español y que los EEUU arrebataron a la República mexicana a mediados del siglo XIX, no hay canción que haga vibrar a chicanos, "espaldas mojadas" y descendientes de los antiguos colonos españoles como ésta. El país lejano y la patria arrebatada. De la bahía de San Francisco a los pantanos de Florida, un pueblo colonizado se ve reflejado en esos versos que cantan mariachis y solistas desde hace más de cien años. Incluso ha sido usada en el cine: en una de las escasas escenas relajadas de "Grupo salvaje", de Sam Peckinpah, suena "Las golondrinas" cantada por un coro mientras el grupo de mercenarios abandona a caballo el pueblito mexicano donde han sido felices por unas horas.

Explica el músico tejano Flaco Jiménez que la base musical de ese estilo que se ha dado en llamar tex-mex, la música tradicional tejana, es una adaptación local de la polka europea, llevada a Tejas por emigrantes alemanes en el siglo XIX. Flaco Jiménez se reivindica como tejano, y el tex-mex como una cultura musical ajena a la mexicana. Pero "Las golondrinas" no es tex-mex, y sin embargo pocos músicos han sabido interpretarla como lo hace el acordeón del Flaco. La aprendió a tocar en las cantinas de San Antonio de las Tejas hace más de medio siglo, entre borrachos y peleas. Desgraciadamente los amos del negocio musical, que no son obviamente ni el Flaco tejano ni su descubridor, el californiano Ry Cooder, permiten escuchar su versión en Internet sino es en versiones de 30 segundos. Cosas de los gringos, ya saben.

Esta es la letra original de "Las Golondrinas":

A donde irá veloz y fatigada
la golondrina que de aquí se va
por si en el viento se hallara extraviada
buscando abrigo y no lo encontrara.

Junto a mi lecho le pondré su nido
en donde pueda la estación pasar
también yo estoy en la región perdido
OH Cielo Santo! y sin poder volar.

Dejé también mi patria idolatrada
esa mansión que me miró nacer
mi vida es hoy errante y angustiada
y ya no puedo a mi mansión volver.

Ave querida amada peregrina
mi corazón al tuyo acercaré
voy recordando tierna golondrina
recordaré mi patria y lloraré.

En la imagen que ilustra el post, fotograma de "Grupo salvaje" (1969), de Sam Peckinpah, en el que aparecen Ernest Borgnine y William Holden.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es que es una preciosidad de canción.
Tanto la letra como la música, cada vez que las he oido, se me ha encogido el corazón, por lo que puedo imaginar lo que sienten aquellos que han tenido que salir de su patria, dejando familiares y amigos, por circunstancias adversas.

Un abrazo mi sensible amigo
Marian