viernes, 5 de noviembre de 2010

Obama abre la puerta a la extrema derecha norteamericana

Barack Obama, el vendedor de humo de colores, se ha esfumado por la puerta de servicio del teatro. Bien, en realidad el presidente Obama continúa en lo suyo, pero ahora con la "mano tendida" hacia los republicanos, lo que equivale a decir que quedan arrumbados los sueños de quienes creyeron en sus bellos discursos, al menos mientras él sea presidente; en realidad, va a desprenderse de todo eso, de retórica y sobre todo de actos progresistas, para continuar siendo presidente.

El presidente Obama, ese individuo, tan simpático, insustancial y trepa como una ministra efebócrata de Zapatero, ha llevado al Partido Demócrata a una derrota histórica. Lo que resulta más humillante con todo, es que quienes lo han vencido no son más que una horda desaliñada de pintorescos cowboys fascistas, tan zafios, torpes, indocumentados y casi analfabetos no sólo en política como su Sacerdotisa Suprema, Sarah Palin, la exgobernadora de Alaska, persona que en una competición de cultura general sería fácilmente puesta en ridículo por cualquier alumno español de Enseñanza General Básica. Es decir, lo de Obama no tiene perdón de Dios.

Cierto que tirando de los hilos de este hatajo de asnos del Tea Party, que entre la Cámara de Representantes y el Senado han colocado hasta tres docenas de sus integrantes, se hallan los mismos granujas que metieron al mundo en la guerra de Irak/Afganistán y reventaron el Casino/Bolsa mundial con sus bonos-basura, sus sub-primes y el resto del arsenal de instrumentos de estafa especulativa global que siguen manejando tan tranquilamente. Estos delincuentes no solo se han ido de rositas tras provocar un "agujero negro" mundial que amenaza con tragarse la economía productiva y los recursos financieros del planeta entero, sino que a través de sus portavoces imponen "políticas de ajuste" a gobiernos de todo el mundo, incluido naturalmente el español, según vimos recientemente en la visita de vasallaje que realizó recientemente Zapatero a George Soros y resto de ese "Gobierno Mundial de los Mercados" (en realidad, el sindicato de gánsters internacionales que coordina las mafias bursátiles). Estos son los que han jugado políticamente sus cartas ahora, y tras apenas dieciocho meses de presidencia de Obama han conseguido que una parte del electorado norteamericano, el embrutecido por los grandes grupos mediáticos de intoxicación (tipo Fox, para entendernos) se haya volcado en apoyar a los candidatos de extrema derecha y a sus aliados, que son muchos tanto en las bases como en la dirigencia del Partido Republicano.

Con todo, esa victoria del fascismo tosco y pueblerino que encarna el Tea Party solo ha sido posible porque el electorado que llevó a la presidencia a Obama le ha abandonado en esta ocasión, desengañado porque los discursos del presidente no se han concretado en nada. Negros, hispanos, mujeres, jóvenes y miembros de las minorías que se movilizaron hace dos años, se han quedado en casa ahora cuando han visto que continúa la guerra de Irak/Afganistán, que Guantánamo no se ha cerrado, que se continúa manejando desde el poder el espantajo del terrorismo internacional para acogotar a la población, que en EEUU sigue sin haber una verdadera sanidad pública, que los millones de personas que perdieron sus casas y sus patrimonios no han recuperado nada, que la brecha entre las clases sociales no hace sino agrandarse día a día, y sobre todo, que quienes llevaron al país al mayor desastre financiero de su historia no sólo continuan impunes sino que se atreven a exigir responsabilidades a la Administración actual...por los descomunales delitos que ellos cometieron.

Es posible que en 2012 "la perra con pintalabios", como se denominó a si misma Sarah Palin durante la última campaña presidencial, llegue a la Casa Blanca. De ser así los norteamericanos tendrán probablemente lo que por acción u omisión se merecen y han buscado, y todos los demás lo que tememos por encima de todas las cosas: el horror, como decía el coronel Kurtz en Apocalypse Now. Un horror total, que en comparación con él convertirá la etapa de George Bush hijo y su Gobierno de empleados de las multinacionales golpistas del 11-S en una era franciscana liderada por protectores de la infancia desvalida. Si tal cosa llegara a suceder, tengan por seguro que entre los responsables figurarán el propio Barack Obama y quienes fabricaron a este Kennedy de vía estrecha.

En la ilustración que encabeza el post, una espléndida caricatura en la que Alicia/EEUU contempla aterrada el reparto de la tarta mundial al que se aprestan las fuerzas que apoyaban la presidencia de George Bush hijo (y hoy manejan el Tea Party): politicastros venales y corruptos (Dick Chenney ofrece el cuchillo a George Bush), multinacionales rapiñadoras, predicadores fanáticos, militares criminales y los cerdos que mueven el Casino financiero internacional.

2 comentarios:

JMBA dijo...

Joaquim,

Me parece que cargas en exceso contra Obama. Por lo que un Presidente lucha es por lo que hay que juzgarle. Porque lo que consigue depende de bastantes otras cosas (el Congreso, el Senado).

Afortunadamente, diría yo, un Presidente no es omnipotente. Eso nos protege (poco, es verdad) de los locos.

Lo grave es que su electorado, tras solamente dos años, esté desmoralizado y se hayan quedado en casa.

Y los 3000M$ (dicen) que se ha gastado la derecha más rancia en estas elecciones, esperan, sin duda, recuperarlo con creces.

Ninguna democracia es perfecta.

Lo que sí está claro es que tras el "Tea Party" están los friedmanitas de siempre, los adalides del capitalismo del desastre, dispuestos a pasar por encima de lo que haga falta (recientemente comenté el libro La Doctrina del Shock de Naomi Klein; de lectura muy recomendable)(http://jmbigas.blogspot.com/2010/11/la-doctrina-del-shock-por-naomi-klein.html).

Saludos.
José María

Joaquim dijo...

Todo lo que dices es cierto, son factores que han coadyudado al reciente triunfo de la extrema derecha norteamericana, pero el principal de todos ellos sigue siendo el mismo Obama, su inconsistencia política y sobre todo su falta de horizonte político claro.

Recuerdo cuando en las primarias demócratas toda la artillería mediática "progresista" lo equiparaba a John Kennedy. Una humorada. Kennedy tuvo un proyecto político, luchó por él y lo pagó con la vida. Quienes le asesinaron fueron los mismos que concibieron el 11-S, y que ahora han fletado el Tea Party. A Obama no tendrán que matarle, se desactiva él solo. ¿Será por eso que le permitieron llegar a la presidencia, como un modo de hacer olvidar la era Bush/Cheney? Ahora ya están listos para recoger los frutos, parece.

Un saludo.