En un mundo en el que la izquierda ha perdido la ideología, entendida ésta en la acepción popular como conjunto de valores y representaciones que dan sentido a la acción política, las llamadas Organizaciones No Gubernamentales (ONG's) han venido a llenar en parte ese vacío, facilitando una válvula de escape a energías no encauzadas políticamente. También de alguna manera, han substituido a las antiguas organizaciones caritativas de carácter religioso, en su mayoría desprestigiadas por el paso del tiempo y los escándalos financiero-mafiosos, sobre todo los relacionados con la Iglesia católica (casos Marcinkus, IOR, Banco Ambrosiano, y un largo etcétera). Por decirlo de una manera gráfica las ONG's son una especie de Domund laico, a través del cual los donantes creen intervenir en la mejora del mundo al tiempo que tranquilizan sus conciencias entregando un poco de su tiempo o unas monedas, que se emplean en abrir un pozo de agua en una afortunada aldea africana (rodeada por centenares de otras aldeas que quedan sedientas) o en enviar a la escuela a un niño indígena latinoamericano (mientras el resto de niños de su familia y del vencindario siguen trabajando como esclavos en el campo o en las fábricas). En el mejor de los casos, una pérdida de tiempo y esfuerzos.
Regresaba de un viaje a Cuba a mediados de los años noventa. Mientras estaba esperando para embarcar en el aeropuerto de La Habana, me presentaron a un médico español que volvía a Madrid luego de haber pasado sus vacaciones de verano colaborando con el Sistema de Salud cubano (que en aquellos años todavía funcionaba con cierta eficacia). Me contó este hombre, al parecer uno de los fundadores de una conocida ONG integrada por médicos, cómo fue que decidió romper toda vinculación con ese tipo de organizaciones. Años atrás se encontraba en un poblado de un país centroafricano inmerso en una de esas endémicas guerras civiles que asolan África. En la choza que usaban como ambulatorio entró arrastrándose un miliciano macheateado, mientras sus perseguidores armados rodeaban el lugar. No entraron a buscarle al ambulatorio, porque en aquél conflicto -como en la mayoría de conflictos neocoloniales- los blancos son intocables, y entrar a por él hubiera ocasionado un problema no deseado; se limitaron a esperarle fuera. El médico contaba que curaron al herido lo mejor posible, siendo todos conscientes de que aquél hombre estaba muerto en cuanto saliera de la choza, lo que efectivamente ocurrió al cabo de unos días cuando, ante lo insostenible de la situación, el tipo decidió salir. Le remataron en la misma puerta, ante los ojos de los voluntarios europeos que le habían atendido.
Lo cierto es que las ONG's no sirven para nada porque no cuestionan las estructuras de poder. Siempre me han hecho sonreír esos mensajes de Amnesty International en los que se pide que para solicitar la liberación de tal o cual preso político "se envíen mensajes cortésmente redactados" a reputados asesinos con mando absoluto en dictaduras criminales. ¿Cortésmente redactados? De vez en cuando les juegan el juego, y sueltan a algún prisionero o permiten que se levante un hospital de juguete en sus dominios; pero nada substancial cambia, al contrario. Lo peor de la caridad es precisamente que resulta el mejor sostén de la injusticia.
Y hablo de ONG's más o menos "limpias". Luego están las que funcionan como un mero mecanismo para evadir impuestos, blanquear dinero o como puras correas de transmisión de inversionistas a la caza de mercados vírgenes. De un tiempo a esta parte un número cada vez mayor de ONG's se asocian con grandes empresas transnacionales, de manera que aquellas reciben "donativos" importantes y éstas blanquean su podrida imagen de explotadores de personas y recursos. Por lo demás, cualquier ONG consolidada no es más que una empresa con directivos y empleados a sueldo y una maquinaria administrativa y propagandística que consume ingentes recursos económicos, en buena medida allegados mediante subvenciones públicas. Los escándalos internos y las relaciones no santas son a menudo tapadas por los medios de comunicación de masas, que interesadamente les encubren en la medida que son organizaciones con "buena prensa" en amplios sectores de la sociedad.
De todos modos de un tiempo a esta parte, estamos empezando a asistir al declive de este invento, en la medida en que cada vez más personas perciben el lado oscuro progresivamente creciente de este verdadero negocio de la caridad. A medio plazo el futuro de las ONG's es extinguirse, al haberse convertido en dinosaurios que necesitan mucho dinero y mucho consenso social para mantenerse en pie. En una etapa de crisis generalizada del sistema económico-político del cual forman parte y sin el cual no se explican, el derrumbe en cadena de estas organizaciones es sólo cuestión de tiempo.
4 comentarios:
Efectivamente, Joaquim, la caridad sostiene a la injusticia.
Hasta las ONG más bienintencionadas actúan básicamente de narcóticos de la conciencia de los opulentos, y son profundamente ineficientes en destino. Dan peces, pero no enseñan a pescar a todos.
José María
Gracias Joaquim. Buen y clarificador artículo.
Marian
Cuando lo que abunda en las misiones y conboyes humanitarios son las gorras de diseño con la visera convenientemente curvada, las gafas fasion y los logos por doquier en chalecos y camisas, a lo Paris/Dakar, no me gusta nada.
De acuerdo que lo que llega ( después de gastos -muchos- ) será bienvenido, pero no es solución de nada.
Y francamente, ya se que es argumento de otro tipo de pensamientos ajenos al mio, pero esas solidaridades que necesitan manifestarse tan lejos de casa.....
No me refiero a aquellos que, ante una catástrofe, acuden veloces en ajuda de los demás, por supuesto que no.
Las ONG's son parches.
No van a salvar al mundo (¡hay demasiada maldad en él!), pero no creo que esa simple excusa sirva para hacerlas desaparecer.
¿Serían capaces de negarle comida a un niño hambriento, por el simple hecho de que no podemos alimentar al resto?
La unión hace la fuerza, confiemos en las pequeñas acciones, pues desde arriba no veo mucho entusiasmo por mejorar algo!
Obviamente, solo con donaciones no avanzaremos -aguantaremos, mantendremos..- pero es lo mínimo que podemos hacer, mientras ideamos ... ¿qué? ¿una revolución?
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