1. Las calles del centro de Barcelona se han llenado estos días de banderas nacionales y del Estado. Sólo en un caso, en un edificio de un barrio periférico, he visto a una y a otra juntas compartiendo un mismo balcón.
2. En los barrios periféricos de Barcelona, sin embargo, ha habido una llamativa escasez de banderas "de uno u otro signo". Tampoco los bares aparecían atestados los dias de fútbol, e incluso se veía bastante gente paseando por la calle ajena a los acontecimientos ideológico-político-deportivos del fin de semana. Parece que las clases trabajadoras de esta ciudad tienen cosas más urgentes en qué pensar.
3. Quienes se han tirado a la calle en Barcelona y en toda España para celebrar los éxitos de la selección española de fútbol eran en su gran mayoría chicos y chicas muy jóvenes, inflados por un sorprendente (por novedoso) y confuso patriotismo español. Acaban de descubrir un juguete entretenido, y sobre todo, el que como masa su fuerza resulta imparable en la calle. A estas horas alguien habrá tomado nota de todo esto a fin de usarlo en provecho propio.
4. Por contra, quienes se manifestaron el sábado por las calles del Eixample barcelonés en defensa del Estatut y de la propia dignidad como pueblo, eran muy mayoritariamente gente de mediana edad ya metidos en la madurez. Por razones de edad y de cansancio histórico, esta es quizás su penúltima batalla.
5. En la manifestación barcelonesa abundaban los castellanoparlantes y no era raros los emigrantes de todos los colores de la especie humana. Alguien ahí afuera no está entendiendo absolutamente nada de lo que pasa en Catalunya, y sus patéticos representantes políticos y mediáticos que viven entre nosotros no les aclaran las cosas.
6. Mucha gente en Barcelona salió el sábado a la calle con una bandera independentista catalana en la mano sólo por joder, porque saben que es lo que más molesta al establishment madrileño, sea éste carca o "progresista". La mayoría de ellos sin embargo jamás la colgarían en el balcón de su casa. Pero por favor, que el Madrid oficial no se fíe mucho de esto; las cosas son así hoy, pero todo está evolucionando muy deprisa.
7. Un grupo de tertulianos de Intereconomía TV comentan las imágenes en directo de la alegría de los jugadores españoles al acabar la final del Mundial de fútbol. De repente comienzan a aullar descalificaciones e insultos, al ver que dos jugadores catalanes "han osado" sacar una senyera catalana y corren con ella por el césped. Definitivamente, los niveles de estupidez separadora que dominan a la extrema derecha mediática española son altamente tóxicos.
8. Los de TV3 (televisión autonómica catalana) tuvieron la garrula idea de preguntar a los manifestantes proEstatut íntegro si querían que el domingo ganara España u Holanda. Naturalmente el resultado fue abrumador a favor de Holanda, aunque probablemente una buena parte de esa misma gente al día siguiente vibró con el gol de Iniesta y se sintió satisfecha con el resultado cuando el árbitro pitó el final. Ocurre que a TV3 le cae como un guante el comentario del último párrafo del epígrafe anterior, sólo con cambiar "extrema derecha mediática española" por "extrema derecha mediática catalana".
9. Los políticos catalanes de todos los colores están sobrecogidos. Enormes masas humanas se han lanzado estos dos días pasados a la calle por motivos aparentemente contradictorios, y lo han hecho en cantidades que jamás se hubiera soñado a estas alturas de la película de la democracia española. Seguro que andan todos estudiando los modos más seguros de subirse a la cresta de la ola sin ser arrastrados por ella. Pero la ola, quizá tsunami en unos meses, se va a tragar a unos cuantos de ellos este próximo otoño.
10. En un sólo fin de semana se han liberado fuerzas en Catalunya y en toda España que en este momento nadie controla. No es todavía una emergencia, ni mucho menos, pero visto como está el entorno europeo éste es el peor momento desde 1945 para substituir la política por los sentimientos y el raciocinio por la testosterona.
Para acabar una frase del filósofo y analista político catalán Josep Ramoneda: "¿Catalunya? ¿España? nadie me presentó a esas señoras."
En la imagen que ilustra el post, Carles Puyol y Xavi Hernàndez, jugadores catalanes de la selección española de fútbol, alzan la Copa mientras sostienen una "senyera", la bandera nacional catalana.
En la imagen que ilustra el post, Carles Puyol y Xavi Hernàndez, jugadores catalanes de la selección española de fútbol, alzan la Copa mientras sostienen una "senyera", la bandera nacional catalana.
4 comentarios:
Por si te sirve, te comento lo que decían algunos con los que estuve el sábado:
"Que cabrones los catalanes que no han puesto ni una puta pantalla en la calle para que la gente disfrute con la selección ESPAÑOLA (en mayúscula, porque se les llenaba la boca)"
A lo que yo contesté, que a lo mejor era porque allí había otras cosas que preocupaban más al respetable que el fútbol patrio.
Desde luego, si alguien fuera capaz de convocar a toda esa gente jurgolera en un tema político, sería el rey del mambo.
Salud, Joaquim
Hay que joderse las vueltas que le damos (tú a la vertiente social y yo a la deportiva), cuando parecería más correcto analizarnos como manadas de antílopes junto a una charca en el Serengueti.
Salud, compañero.
Joaquim, yo he alucinado viendo la inmensa muchedumbre que ha salido a la calle.
Yo no puedo creer que sea solo por la independencia y el estatut en Cataluña, y por el futbol en toda España.
Aquí hay gato encerrado, aunque todavia no se que clase de gato.
Cada vez hay menos votantes, pero cada vez la gente desea creer mas en algo que no es política y desea reunirse formando masas enormes de personas. Se desea sentir el calor de los demás ya que la política parece habernos abandonado, sólo se tiran los trastos a la cabeza por el poder, para terminar haciendo unos y otros lo mismo.
Las instituciones (por ejemplo la judicial)están de capa caida y nadie cree en nada, ya que no hacen mas que joder a los que tienen poco o casi nada, y mimar a los ricos.
En fin que no se por donde va a salir ésto pero no las tengo todas conmigo.
Un abrazo
Marian
Celemin, a tus amigos del sábado también les hubieras podido decir que si, que había pantalla.
Joaquím, Comparar, como has hecho explicitamente, Intereconomía con TV3 me parece absolutamente injusto, y si el máximo exponente del garrulismo i termómetro para medirlo es preguntar a los manifestantes del sábado en BCN sobre las preferencia en la final del futbol, el que el hilo es exageradamente fino. Al menos para mi, TV3, es sin duda la mejor televisión de España.
Sinceramente, a medida que iba leyendo tu artículo crecian las ganas de poner un enlace en mi blog. Hasta la alusión a TV3 como "extrema derecha mediática catalana" Lo lamento.
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